P. Profesor, el hogar de la flor nacional, la Pereskia quisqueyana, junto a la Punta de Bayahíbe, luce en total abandono ¿podría indicarnos qué es lo que está pasando?
R. Yo también tengo la misma preocupación. ¿Cómo es que un espacio tan importante, tan valioso en lo cultural, para el turismo y sobre todo, por ser la cuna de la “Flor Nacional”, un símbolo patrio tan importante como el Escudo o la Bandera, nuestros símbolos patrios y que nos dan la identidad de nación?

Bayahíbe es un tesoro en sí misma, por ser la puerta del Turismo Alternativo de la Región Este del país, es más, la “Capital del Ecoturismo” de la zona oriental, al ser el punto de partida utilizado por los Tours Operadores para llevar a los turistas a la Isla Saona, el espacio natural más visitado por extranjeros que tiene la República Dominicana.

Es decir, Bayahíbe en estos momentos es la principal cara que el país le muestra al mundo, nuestra monedita verde con la cual compramos la buena voluntad de quienes con tanto amor vienen a ver lo original que tiene esta isla para los habitantes de este planeta y que nadie puede ofrecer como destino turístico.

Entonces, ¿cómo vamos a mostrarnos tan indiferentes a lo que está pasando con esta área protegida?, máxime cuando allí se encuentra el control que establece el Ministerio de Ambiente para permitir la salida de las embarcaciones, los catamaranes, los botes y todo mecanismo de transporte marítimo para visitar una de las versiones más auténticas del paraíso terrenal, llamado Isla Saona.

Es la belleza paisajística sin igual que tiene la porción costera de Bayahíbe, y en particular, el extraordinario valor histórico de Punta Bayahíbe, donde se resguarda uno de los enterramientos indígenas o yacimiento arqueológico más importantes que aún nos queda y que tiene el patio de la Iglesia en frente, donde curiosamente fue descubierta la Flor Nacional, los méritos que condujeron a la creación del “Monumento Natural Punta de Bayahíbe”.

Yo no solo me solidarizo con las preocupaciones expresadas por “Fundemar” y, en particular, la Dra. Idelisa Bonnelly, una institución por sí misma en el campo de la lucha por la conservación del capital natural de la República Dominicana, sino que cortésmente le solicitamos al Ministro del Ambiente, Bautista Rojas, que tome en sus manos el rescate y puesta en valor de este Monumento Natural y Cultural del país.