Pregunta de la lectora: ¿La crisis familiares son normales?

Respuesta de la terapeuta: Solemos llamarles crisis normativas a los procesos vitales y de desarrollo que ocurren en la familia, en los que se requiere de una readaptación y de desarrollar nuevas pautas de funcionamiento y de las relaciones interpersonales.

Las crisis suelen ser temporales dado que la familia tiene que enfrentar nuevas formas de relación, distribución de roles y funciones de acuerdo al ciclo. Por ejemplo, una persona que se casa tiene que adaptarse al cónyuge, a la familia y a las demandas propias de la etapa.

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Ambos tienen que lograr acuerdos de cómo se relacionarán con la familia de origen y con las amistades y el tiempo que compartirán como pareja. Asimismo, aprender a respetar el tiempo de cada uno, las actividades recreativas y a desarrollar la interdependencia sin perder la autonomía personal.

Otro ejemplo es cuando nacen los hijos, seguido por las etapas de la adolescencia de estos, el nido vacío y la tercera edad. Si la familia no posee las habilidades y la resiliencia necesarias para adaptarse, negociar, establecer límites, madurar emocionalmente y manejar de forma asertiva las tensiones, entonces entraría en una crisis porque quedaría atrapada en un ciclo disfuncional.

Hay que citar, que además de las crisis normativas, es necesario considerar el estrés externo (fuera de la familia) que por su intensidad y duración puede generar un estrés adicional, de modo que si la familia no cuenta con vínculos fuertes, seguros y de confianza, la resiliencia no es posible, lo que genera una tensión que desborda la capacidad de afrontamiento.