Pregunta del lector: ¿La cultura incide en el comportamiento sexual?
Respuesta de la terapeuta: Sí, la cultura condiciona el comportamiento sexual, tanto en hombres como en las mujeres.
Para comprender este comportamiento es necesario conocer la evolución de la sexualidad. En primer lugar, hay que considerar que la hembra dio un salto evolutivo cuando el tema se separó de la procreación. El clítoris es el único órgano exclusivo para el disfrute sexual femenino.
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En la antigüedad la sexualidad se manifestaba con libertad, sin prejuicios ni límites morales. Así ocurría con nuestros indígenas hasta que se inició el proceso de colonización que modificó el comportamiento sexual.
La sexualidad masculina también fue condicionada a la heterosexualidad. En sus inicios, el cristianismo concebía el matrimonio como único ámbito de expresión sexual, solo con fines procreativos y a la penetración vaginal como moralmente válida. La expresión de la sexualidad femenina estaba subordinada al hombre. El sexo era coitocéntrico.
En el siglo XIX el criterio de normalidad definido por la medicina fue el modelo heterosexual, reproductivo y moral. El comportamiento sexual se uniformiza en la población y se debe responder a lo establecido como moral sexual. Hoy en el siglo XXI la sexualidad es más abierta y laxa.
El psicoanálisis y la aparición de la sexología influyeron en la conducta sexual de los individuos.
Las creencias establecidas a través de los siglos pasan de generación, solo que en algunas culturas la sexualidad es más restringida para las mujeres y laxa para los hombres.
Para comprender la sexualidad es necesario tener una mirada histórica, política y religiosa.