P: ¿Existe algún tipo de alimentación especial para los sobrevivientes de cáncer?

R: En marzo 2015, los Centros para el Control y la Prevencion de Enfermedades (CDC) revelaron que dos de cada tres personas con cáncer sobreviven 5 años o más: cáncer de próstata (97%), cáncer de mama (88%), cáncer colorrectal (63%) y cáncer de pulmón (18%); la supervivencia es menor en la raza negra (60%) que en la blanca (65%).

La pérdida de peso se asocia con una respuesta pobre a la quimioterapia y disminución de la calidad de vida; aproximadamente 50% de los pacientes con cáncer está desnutrido, y 30% de ellos presentan caquexia y muerte. Las deficiencias nutricionales son más frecuentes en los cánceres de páncreas, cabeza y cuello, pulmón y tracto digestivo.

Según el Estudio de Salud de las Enfermeras, las mujeres con obesidad o sobrepeso al momento del diagnóstico de cáncer de mama, o quienes ganaron peso, tuvieron mayor riesgo de recurrencia y mortalidad por el cáncer, debido a resistencia a la insulina, elevación de estrógenos y disminución de progesterona. Los sobrevivientes de cáncer deben seleccionar una gran variedad de frutas y verduras de colores intensos (brócoli, coliflor, repollo, ajo, cebolla, té verde, cítricos, tomates, moras, jengibre, etc), porque son ricos en antioxidantes y polifenoles, substancias que reducen el riesgo de cáncer colorrectal, de boca, esófago, estómago y pulmón. Según un estudio del Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, los hombres menores de 65 años que consumieron 28 o más porciones de vegetales por semana disminuyeron el riesgo de cáncer de próstata en un 35%, comparados con quienes consumían menor cantidad. También consumir pescados ricos en omega-3, al menos 3 veces por semana, reduce el riesgo de cáncer de próstata y de mama. Según el Estudio de Intervención de las Mujeres (WINS, 2005), las dietas bajas en grasa disminuyen la recurrencia del cáncer de mama un 25%. Se recomienda consumir carnes magras (aves y pescados) y proteínas de origen vegetal (nueces, leguminosas y semillas).

La vitamina D y el calcio de los lácteos descremados reducen el riesgo de cáncer de próstata, colorrectal y de mama (en mujeres posmenopáusicas).

Finalmente, la supervivencia de cáncer requiere, además, un monitoreo médico periódico, eliminar tabaco y alcohol, control del estrés, y actividad física regular.