P: ¿Qué son las alergias alimentarias y cuál es su manejo dietético?

R: La respuesta normal del organismo a los alimentos que consumimos es tolerarlos. Sin embargo, en algunos casos ocurre una respuesta inmunológica exagerada, que se manifiesta a nivel de la piel (urticaria, enrojecimiento de la piel, hinchazón de labios y párpados, dermatitis), aparato digestivo (vómitos, náuseas, dolor cólico, diarrea, picor de boca y garganta), aparato respiratorio (rinitis, asma, edema de glotis); y en personas con asma puede ocurrir espasmo de los bronquios, en el contexto de la anafilaxis (reacciones alérgicas graves), que puede ser muy grave y provocar la muerte. La reacción alérgica aparece en las primeras dos horas siguientes al contacto con el alimento, aunque es más frecuente en los primeros 30-60 minutos.

Según la revista «Life Sciences and Medicine» o Ciencias de la vida y medicina (27 octubre del 2015), entre 220 y 250 millones de personas en el mundo sufren de alergia alimentaria (2% de los adultos y 3-7% de los niños); 90% de los casos de debe a uno de los «8 principales alimentos alergénicos»: huevo, pescado, leche, maní, mariscos, soya, frutos secos y trigo. Un tercio de las alergias alimentarias en los niños ocurre por primera vez en la escuela, donde comparten alimentos en cumpleaños, meriendas y desayuno escolar (Comité de Alergia Infantil de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica).

Muchas personas confunden «alergia» con «intolerancia alimentaria».
En la alergia el sistema inmune responde frente a un componente del alimento de naturaleza proteica (alérgeno), produciendo anticuerpos o inmunoglobulina-E (alergia inmediata); o puede ser una reacción mediada por células (alergia tardía o no inmediata), cuyo principal exponente es la enfermedad celíaca (intolerancia al gluten).
En la intolerancia, no interviene el sistema inmune, sino que el organismo no puede asimilar correctamente un alimento o alguno de sus componentes. Ejemplos: intolerancia a la lactosa, fructosa, colorantes, preservantes, nitritos, etc. Los síntomas de la intolerancia son similares a las manifestaciones digestivas de las alergias (cólicos abdominales, flatulencia, vómitos, diarrea, etc), y podrían controlarse reduciendo la cantidad del alimento.

El tratamiento dietético preventivo consiste en identificar (por pruebas de exclusión) el alimento alergénico, para eliminarlo de la alimentación; mientras que las emergencias requieren del uso de medicamentos antialérgicos y esteroides.