Consumidores amenazados por la inflación. Si usted tiene los mismos ingresos que tenía en diciembre, es muy probable que no pueda compran las mismas cosas en enero, si toma en cuenta que este largo mes comenzó con alza de la factura eléctrica, los combustibles, el transporte, los materiales de construcción, el dólar y los alimentos.
Este panorama es muy desagradable para las familias de ingresos fijos y muy terrible para los pobres que deben afrontar el día a día con recursos limitados, que no les permiten tener acceso a los productos de consumo básico.
La inflación es global y hasta hay desabastecimiento en mercados, como en Estados Unidos, pero los precios locales son exageradamente altos.
No le encuentro lógica al hecho de un galón de aceite de soya que costaba 400 pesos en diciembre cueste más de 600 y otros de 700 pesos en diciembre, cuesten mil pesos en enero. Ese mismo galón costaba 400 pesos el pasado año; algo anda mal en el mercado, con el agravante de que lo que sube se queda en las nubes.
El año pasado se dijo que la inflación era temporal, pero en el tiempo que llevamos trabajando con el tema de los consumidores, justo comenzamos en los difíciles años de los 80s, hemos visto que los precios de los alimentos nunca han bajado, todo lo contrario, salvo los productos agrícolas de temporada.
Leer más: La inflación será gran tema de América Latina en 2022
En el ultimo informe del Banco Central del 14 de enero sobre el índice de precios al consumidor, los quintiles 1, 2 y 3 serán los más afectados con el alza de los precios por el bajo nivel de ingresos, si se toma en cuenta que esos quintiles sufrieron índices superiores a los demás en la inflación anual acumulada, como fue que para el primer quintil de 8.71 por ciento, para el segundo de 8.77 por ciento, para el tercero de 8.49, mientras que los demás fueron de 8.17 en el 2021.
En nuestro país el alza en el precio de los aceites no tiene explicación válida; en diciembre los aceites tuvieron cierto nivel hacia la baja, como el de girasol y el de palma, mientras que el de soja(soya) mantuvo un precio estable según los indicadores de la FAO, por lo que es pertinente determinar si hay especulación con el producto y sea la causa del alza, no la situación internacional.
En el libre mercado todo es posible, menos controlar precios, pero no así el derecho a la información que le asiste al consumidor respecto al por qué suben, por cuáles vías la competencia permite acudir a donde podamos adquirir precios competitivos y no de monopolios, y, si hay monopolios, son inconstitucionales, al menos en nuestro país.
Para nadie es un secreto que el monopolio y oligopolio son los que controlan el mercado local, por lo que no le resultaría difícil a la administración por lo menos dialogar para transparentar los precios y así poder dar una información creíble a los consumidores.
Con el alza de los materiales de construcción habrá conflictos, sobre todo con aquellos contratos pactados con precios del año pasado. Este año hay insumos que se han elevado más de un 50 por ciento. Lo previsible se puede evitar.
La administración esta obligada a proteger a sus ciudadanos, sobre todo los mas vulnerables, por lo que seria atinado algunas medidas compensatorias para los sectores mas vulnerables, a los efectos de la inflación de este año, que además viene acompañada de desaceleración de la economía en nuestra región, según pronostican los organismos internacionales.