Consumirla “al dente” ofrece mejores beneficios

Consumirla “al dente” ofrece mejores beneficios

Se recomienda cocinar la pasta “al dente”, y esto no solamente es por la satisfacción que otorga a la hora de degustarla, cocida por fuera y algo cruda por dentro encontrando algo que masticar, sino porque este punto de cocción además   aporta beneficios extras.

La pasta cocinada “al dente” tiene menor índice glucémico que si está demasiado cocida, esto se traduce en que la pasta “al dente” tarda más en digerirse y los niveles de glucosa resultantes de la ingesta de carbohidratos tardan más en ascender, por lo que en personas que realizan actividad física, como los deportistas, pueden rendir durante más tiempo.

Cocinar la pasta “al dente” puede parecer sencillo, pero hay que tener unos mínimos conocimientos o aplicar ciertos trucos. Lo primordial es utilizar la cantidad de agua necesaria, 1 litro por cada 100 gramos de pasta.

Una vez colocada la cantidad de agua necesaria en una olla, se recomienda  añadir un chorrito de aceite de oliva y llevar a ebullición; cuando rompe a hervir se añade un puñado de sal y en el momento en que el agua está hirviendo se añade la pasta.

El tiempo de cocción dependerá de si se trata de pasta fresca o seca.

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