Muchas son las personas y los grupos que parecen haber descubierto el llamado consumismo – un término de corte claramente peyorativo – como la fuente principal de todos los males que agobian a la sociedad de este tiempo.

Olvidan los que así piensan que la dominicana es una economía que ha exhibido un sostenido crecimiento promedio de 5% del PIB en los últimos años, induciendo a una expansión de los diversos sectores y mercados que sustentan el mismo.

Esta dinámica, promovida y respaldada por la gestión mercadológica, publicitaria y promocional, ha permitido la creación y desarrollo de nuevas fuentes de producción y comercialización, generando ingresos para amplios sectores de consumo de la población.

Esa tendencia se acrecienta ante los presagios de que al cierre del año que recién termina el producto interno bruto alcance una expansión superior al 6.5% impulsado por el turismo y las zonas francas como «buque insignia».

Lo cierto es que el año nuevo que se aproxima viene cargado de presagios de dificultades a enfrentar ante la celebración de las elecciones generales, que pudieran afectar el desenvolvimiento de las actividades del sector productivo nacional, exigiendo de todos un mayor esfuerzo para la consecución de los objetivos de bienestar colectivo para nuestra nación.

Y para los que piensan que hay la posibilidad de retrotraernos en el tiempo, les dejo esta lapidaria frase atribuida a Steve McDonald, Director del Woodrow Wilson International Center for Shcholars, cuando afirma que: «nosotros tenemos ya un nuevo orden mundial. Si aún no te has dado cuenta, quiere decir que no estás prestando atención».