Consummatum est

Consummatum est

El presidente Danilo Medina rasgó el día 17 de este mes el velo de hipocresía que impedía a los incautos ver a plenitud el rostro hórrido de su proyecto censurable y egoísta de pretender reelegirse para el periodo 2016-20.

Con esta decisión infortunada suya para el país, para la gobernanza del sistema y es probable desafortunada para sí mismo, el presidente Medina contradice su palabra de irse para su casa el 16-08-16, es decir, que es persona a quien no se le puede creer porque tuerce su palabra y no la honra.

Con esta miope y censurable decisión, el presidente Medina mancilla la memoria de su alegado mentor, el presidente Juan Bosch, que renegaba la reelección, instituyendo ese principio en la histórica Constitución del 30-04-63 que en su artículo 123 dice:

“El Poder Ejecutivo se ejerce por el Presidente de la República, quien será elegido por cuatro años por voto directo, secreto y popular, sin que pueda ser reelegido ni postularse como candidato a la vicepresidencia en el período siguiente”.

Ese legado principista del patriarca egregio de la honestidad y el modo humilde de vivir que rechazó los bienes materiales y su peor referencia el dinero, el estiércol del Diablo, fue vapuleado por el presidente Medina en una infeliz alocución al país de 23 minutos repudiables, con la celeridad expresiva del gobernante similar a una carretilla sin control en una cuesta, que vistió traje azul, camisa blanca y corbata roja, la enseña nacional.

Aludió el presidente Medina decantarse por la odiosa decisión “a la voluntad de las fuerzas vivas”, cuando es de dominio ciudadano que resultó un arreglo mercurial con quienes sabían eran incapaces de llenar diez urnas de votos, lectura nítida del colapso de los partidos políticos post Trujillo.

 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas