Los hospitales a lo largo y ancho de Estados Unidos empiezan a verse abrumados por un repunte de casos de COVID-19, en momentos en los que varios estados, grandes y pequeños, están alcanzando cifras récord de hospitalizaciones y las autoridades batallan para encontrar camas y personal adicional.

El alza en las cifras de casos y hospitalizaciones resulta alarmante para algunos expertos médicos. “Es realmente inquietante”, dijo Saskia Popescu, epidemióloga de la Universidad George Mason.

En todo el mundo, los observadores han detectado un patrón: Primero, el número de casos aumenta; luego las hospitalizaciones, y finalmente hay incrementos en las muertes. Ver que los hospitales batallan para atender a los pacientes contagiados es preocupante, añadió, debido a que podría ser demasiado tarde para frenar un repunte devastador.

“Para cuando vemos que las hospitalizaciones aumentan, significa que ya estamos en problemas”, dijo Popescu.

En Kentucky, el gobernador dijo que el número de casos nuevos confirmados al día era “terrible”, obligando a otra ronda de preparativos para ampliar la capacidad de los hospitales.

“Ahora regresamos a nuestros planes sobre la capacidad de los hospitales, revisando, en caso de ser necesario, las opciones de usar hospitales o parques estatales”, dijo el gobernador Andy Beshear durante una rueda de prensa reciente.

“Garantizar que tenemos planes operacionales para instalar un hospital de campaña, si es necesario”.

El gobernador reportó 776 personas hospitalizadas, incluidas 202 en terapia intensiva y 96 conectadas a respiradores. Se registraron 1,312 casos nuevos de COVID-19 a nivel estatal el martes.