La gran contaminación del río Isabela se refleja en la piel de los niños que viven en sus orillas en el sector capitalino La Zurza. Diarrea, escamosis, dengue y parasitosis son algunas de las enfermedades que se alojan en los cuerpecitos de los pequeños, la mayoría subnutridos, según moradores.

“Solo los que vivimos por acá vemos la gran contaminación del río por la basura y los desperdicios, situación que nos preocupa”, expresó Francisco Reyes, director de la Fundación de Saneamiento Ambiental Integral (Funsai).

La entidad realizó ayer una jornada de educación ambiental en ese sector para concienciar a la población sobre la limpieza del río y la cultura del reciclaje.

Reyes explicó que los desechos sólidos, en especial las botellas plásticas, vasos fom, el desagüe de aguas negras y químicos, así como la gran cantidad de lilas son algunos de los contaminantes que afectan al río.

Manifestó que Funsai se unió a una campaña de la empresa Sans soucí Holding y la Coalición Río para llevar a cabo el programa “El río, espejo de mi barrio” y trabajar por el saneamiento ambiental de los ríos Isabela y Ozama.

Material educativo. Niños, adolescentes y jóvenes fueron casa por casa repartiendo cuadernillos educativo sobre la contaminación del río, producto de los desechos sólidos y químicos que llegan a su cauce poniendo en peligro la vida del río, de los peces y la salud de las personas que viven en la orilla.