Puerto Plata.  El río San Marcos, de Puerto Plata, se ha  convertido en un receptor de productos contaminantes que vierten en él,  empresarios, dueños de vehículos, criadores de cerdos y propietarios de pequeñas empresas productoras de quesos y de matanzas de animales.

Asimismo, otros  ríos que bordean esta ciudad han bajado considerablemente su caudal en los últimos meses debido a varios factores, principalmente  el desmonte de árboles en sus riveras y  la contaminación a que han sido sometidos.

El río San Marcos parece agonizar en su trayecto hacia la desembocadura en el océano Atlántico, y su cauce luce disminuido, dilatado, con un aspecto oscuro, mientras que sus aguas despiden olores desagradables.

Familias que residen en el entorno de la ribera de este río explicaron que en el lugar  se ha desatado una plaga de mosquitos, por lo que temen se produzca  una epidemia de dengue y fiebre.

La orilla del río San Marcos está llena de pocilgas, cuyos dueños que se dedican a criar cerdos (puercos), lanzan desperdicios a las aguas de este afluente, contaminando el entorno de manera sistemática.

Además, el drenaje sanitario de las viviendas de los sectores El Javillar, Aguas Negras, Los Rieles y San Marcos desemboca en el río San Marcos, lo que constituye otro agente contaminante de esta fuente acuífera.