Hoy 
M. DARÍO CONTRERAS
Los pueblos que tienen siempre presente su historia tienen razón para sentirse comprometidos con los sacrificios y desvelos de sus antepasados y, por lo tanto, honrar y cuidar a sus tradiciones, a sus valores y a su herencia histórica y cultural.
Esto hoy día se hace más patente y necesario ante los llamados aires de la globalización que parecen reducirlo todo a un común denominador, indiferenciado y anodino, arropado por una cultura materialista a lo que todo se le pone precio. Resulta alentador, por lo tanto, saber que existen organizaciones nacionales que se han dado a la tarea de recordarles a los dominicanos que tenemos también una historia que contar, por la cual no debemos sentirnos apocados, resultado del accionar patriótico de hombres y mujeres dignos de emular por su entrega a las más nobles causas del pueblo dominicano.
El título de este artículo es precisamente el logo que distingue a la Fundación Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, fundada en 1999 y encabezada por la viuda de Fernández Domínguez, Arlette Fernández, y un grupo de militares constitucionalistas de la Revuelta de Abril de 1965. Como resultado de las labores realizadas por dicha Fundación, se han publicado dos libros sobre la vida y actuaciones del coronel Fernández Domínguez, siendo el último del 2005 que se intitula «Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez: Soldado del pueblo y militar de la libertad». Consideramos que la lectura de este libro es imprescindible para los que quieran conocer las causas y hechos de ésta más reciente contienda bélica entre dominicanos, la que motivó una segunda ocupación del suelo patrio por fuerzas norteamericanas.
La lectura de esta obra, ampliamente documentada y bellamente escrita, me ha hecho sentir orgulloso de ser dominicano, a la vez que me ha confirmado que en todas las épocas de nuestra historia hemos tenido hombres y mujeres dispuestos a entregar sus vidas en aras de la libertad, anteponiendo el bien común por encima de su bien personal y existencia terrenal. Los que lucharon por la restauración de la constitucionalidad mancillada por el golpe de Estado al gobierno del profesor Juan Bosch de septiembre de 1963, son muestras palpables del valor y la reciedumbre del dominicano ante fuerzas contrarias muy superiores. Además del valor y los principios democráticos que guiaron a los que se rebelaron contra el orden establecido en abril de 1965, la obra comentada contiene un epistolario de las comunicaciones que en el curso de los años se cursaron entre el coronel Fernández Domínguez, su esposa y los militares que lo acompañaron en el Movimiento Militar Constitucionalista, que tuvo sus inicios como resultado de un contragolpe, dirigido por Fernández Domínguez, que no se llegó a dar a raíz de la deposición del profesor Bosch en 1963.
En las páginas del libro comentado se esclarece el rol de los militares que dirigieron la Revuelta de Abril, como fueron Caamaño Deñó, Hernando Ramírez, Lachapelle Díaz, Montes Arache, Lora Fernández, entre otros héroes de nuestra más reciente guerra fraticida. Al estallar la revuelta, Fernández Domínguez se encontraba exiliado en Chile como Agregado Militar, nombrando en su lugar a Hernando Ramírez como jefe del Movimiento, pero al enfermar éste, se nombra a Francis Caamaño como jefe de la «revolución». Fernández Domínguez, al enterarse de los acontecimientos del 24 de abril, llega a Puerto Rico dos días después desde Santiago de Chile para reingresar al país, lo cual le es impedido por las autoridades norteamericanas. Por las diligencias del profesor Bosch, quien se encontraba exiliado en San Juan, logra ingresar al país el 14 de mayo con una misión ante el entonces Presidente Constitucional Francisco Alberto Caamaño Deñó. Aunque viene con la condición de regresar a Puerto Rico tan pronto concluya su misión, se queda en el país y prepara el asalto al Palacio Nacional, muriendo en esta acción el 19 de mayo, conjuntamente con el patriota Dr. Juan Miguel Román.
La Fundación Fernández Domínguez ha preparado un vídeo que vale la pena que los jóvenes de este país lo puedan ver. A este fin, la Fundación lo ha estado presentando y exhortamos a que las escuelas y universidades soliciten una copia tan pronto se encuentre disponible la versión corregida del mismo.
