¿Contemplar el mismo espectáculo?

¿Contemplar el mismo espectáculo?

MANUEL GARCÍA SALETA
Viendo como se vislumbra el panorama de las elecciones próximas de diputados, senadores, síndicos, vice-síndicos y ediles, estoy plenamente convencido que estaremos viendo de nuevo en la pantalla del circo dominicano, el mismo espectáculo que se produce cada vez que se presentan estas actividades políticas; los partidos y sus representantes regresan con la misma mentalidad, pensando solamente en ganar, a las buenas o las malas, porque los cerebros de los viejos dirigentes, solamente tienen fijas sus miras en las riquezas que estas posiciones públicas les facilitan, para adquirir bienestar y poder ascender también a lo social, sin lo cual jamás hubieran podido subir esos peldaños.

Ninguno expresa interés por el progreso del país, que es un deber y una obligación que todos los dominicanos debemos tener como buenos hijos, frente a nuestra nación, que está presionada en estos momentos por ingratos, traidores y extranjeros que quieren unificar la isla con el vecino país de Haití.

Las elecciones convocadas por la JCE para el 16 de mayo del 2006, sus funcionarios, que tienen entre ellos mismos diferencias palpables, están recibiendo de los políticos aspirantes los impactos de las mañosería que durante los últimos 45 años han empleado, cada vez que tenemos elecciones; sus habilidades, sus malicias, que siempre le han dado buenos resultados, la aplican en la misma forma que la realizan en cada oportunidad que se les presenta.

Está bueno ya de soportar y tolerar esas acciones de los partidos y sus dirigentes.

Insisto en que los aspirantes a los cargos electivos en las elecciones, sea cuales fueren, deben ser depurados por la JCE, exigiéndole a cada quien su currículo vitae, de manera que se pueda saber las condiciones morales y éticas, así también como su capacidad intelectual, para saber si tiene la preparación adecuada y suficiente para desempeñar el cargo a que aspira.

Hay que acabar con la imposición de los partidos, que muchas veces recomiendan a personas sin condiciones de ninguna especie, para desempeñar las funciones que les adjudican. Generalmente las recomiendan por el simple hecho de que se fajó en la campaña y es amigo de uno de los líderes del partido.

Hay que acabar con ese favoritismo que perjudica tanto al país; por favor, que no se le ocurra a nadie volver a imponer los dos y dos, que en el pasado se hizo; eso es violatorio a la Constitución; la persona que es electa por el voto popular es la única que tiene derecho a durar en el cargo el tiempo establecido por la ley; nadie puede cambiarlo.

Por Dios, tratémos de enderezar nuestro país por el camino del bien, de la decencia, de la bondad y con la fraternidad entre todos los dominicanos, y a asumir la responsabilidad frente a Duarte, Sánchez y Mella, de mantenerla siempre libre e independiente del invasor extranjero, como ellos soñaron. 

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