POR UBALDO GUZMÁN M.
Para evitar destruir todos los árboles que existen en los jardines del Teatro Nacional al construir allí la terminal soterrada del Metro, las autoridades contrataron especialistas que se encargan de su trasplante y cuidado dentro de la misma Plaza de la Cultura.

La Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET), que construye el Metro, informó que contrató al ingeniero agrónomo Osvaldo Vargas para que dirija el proceso para el trasplante y cuidado de los árboles.

Hasta ahora se han replantado robles, entre ellos uno con un tronco de seis metros de diámetro, flamboyanes, coco y datileras. La reubicación de los árboles, se informó, se hace siguiendo la recomendación del gobernador del Teatro Nacional.

Vargas explicó que en el proceso de traslado de las plantas se sigue un procedimiento en el que se les aplica una hormona, que induce el desarrollo de las raíces y les reduce el estrés.

Explicó Vargas que la aplicación de la hormona se hace antes y después del traslado de las plantas, porque cuando se remueven las plantas son afectadas por los cambios en el terreno, la forma en que reciben la luz, nutrientes, agua y temperatura.

Indicó que no todos los árboles que estaban en los jardines del Teatro serán trasplantados. Algunos fueron eliminados, como ocurrió con cuatro matas de mango, una de coco, un roble y cuatro amapolas. Algunos estaban en la parte exterior de la verja de la Plaza de la Cultura.

Para eliminar algunos árboles, explicó, se tomó en cuenta su especie y tamaño.

Los árboles y plantas ornamentales que serán trasplantados son regados diariamente, de acuerdo con el procedimiento que se ha recomendado, dijo Vargas.

Este riego se hará durante quince días, hasta que hayan salido del estrés y comiencen a echar raíces. Después se les aplicará la hormona con menor frecuencia, indicó.

A pesar de los cuidados, dijo Vargas, no todos los árboles trasplantados sobrevivirán.

Algunos son más afectados que otros, dijo. Unos pierden las hojas en el proceso como el flamboyán, la caoba y el roble. Las datileras, por ejemplo, se han adaptado al nuevo lugar, pero una de higüero luce marchita.

Faltaban ayer por resembrar cinco árboles, entre ellos un laurel, un flamboyán y un coco. A esos árboles se les recortaron las ramas.

Para replantarlos se hizo una excavación a su alrededor para librarles las raíces y facilitar la extracción, afectando lo menos posible a la planta.

Explicó Vargas que el laurel cuyo tronco tiene seis metros de diámetro se le aplicará un tanque de la solución de la hormona vegetal durante el proceso. Será colocado en un lugar próximo a la calle César Nicolás Penson, en la Plaza de la Cultura, pero al sur del Teatro Nacional, donde se hizo un gran hoyo para colocar su abundante enraizamiento.

Ayer había cuatro equipos pesados haciendo las excavaciones para el Metro soterrado frente al Teatro Nacional, entre ellos una excavadora, una retroexcavadora y un tractor.

Las columnas de la verja de la Plaza de la Cultura se están preservando y se sacan enteras. Hoy se iniciarán las excavaciones de la estación del Metro, se explicó, la que tendrá 150 metros de largo por 32 metros en la parte más ancha, dijo el ingeniero Osiris Cruz Guzmán. La constructora Ozoria y Asociados es la responsable de la obra.