(UROLOGÍA DE HOY)-Continuamos en noviembre mes del cáncer de próstata.

(UROLOGÍA DE HOY)-Continuamos en noviembre mes del cáncer de próstata.

La semana pasada citamos algunas estadísticas sobre la muerte por cáncer de próstata en la región del Caribe que generan preocupación y nos obligan a educar y concienciar sobre la necesidad del diagnóstico temprano y el manejo del cáncer de próstata.

El diagnóstico final solo es posible con una muestra de tejido prostático con la que el patólogo puede determinar si las células del cáncer están presentes y qué tan agresivo puede ser.
Ahora bien, debemos tomarles muestras (biopsias) a todos los pacientes para determinar si hay cáncer?

Claro que no! Y es ahí donde entran en juego las variables que nos permiten depurar o clasificar qué paciente va a una biopsia o no. En primer lugar consideramos la edad, un paciente por debajo de 40 años en muy poco probable que desarrolle un cáncer de próstata, por ello el inicio de chequeo para cáncer debe comenzar a esta edad a menos que el paciente tenga antecedentes familiares de cáncer y entonces en este caso amerita bajar ese rango a un primer chequeo a los 35 años y luego una vez cada año.

Segundo, los niveles en sangre del antígeno prostático específico (PSA), que depende mucho del tamaño prostático, salud del tejido y edad del paciente, entre otros factores. Hablaremos con más detalles de este en otra columna.

Tercero, el tacto rectal, que es una herramienta hasta el momento insustituible, con la que podemos palpar directamente el tamaño y morfología del tejido prostático, este nos brinda detalles tangibles como nódulos tan pequeños que podrían ser pasados por alto por cualquier otro medio.

Tacto rectal y PSA van de la mano, se complementan, uno no sustituye al otro, ambos deben ser revisados cada año (a veces en menos tiempo), y estar dentro de los parámetros establecidos para cada paciente para declarar que un paciente puede irse a casa tranquilo sin la necesidad de una biopsia por la baja sospecha de cáncer.

Debemos aclarar que las imágenes como Sonografia , resonancia , tomografía, entre otras, son herramientas que podrían aportar datos complementarios pero que bajo ninguna circunstancia sustituyen en ninguna de las guías internacionales urológicas al PSA y al tacto rectal en el seguimiento para cáncer de próstata.

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