Presa de cola construiría la Barrick pondría en riesgo vida de 20 ríos
Si hubiéramos permitido la muerte de la laguna de Oviedo en el año 1982, nos hubiéramos convertido en los asesinos de 60 especies de aves acuáticas, cangrejos, iguanas y una gran variedad de peces, entre las que se encuentra el pez Cipromidon Nicholsi, especie hasta ahora conocida solo en el lugar.
Los jóvenes que nacieron desde año 1982 hasta la fecha, ignoran que la laguna de Oviedo estuvo al borde de ser enterrada y que, gracias a la presión social y la oposición desde el Congreso Nacional, se impidió su muerte prematura y hoy es un atractivo turístico para nativos y extranjeros.
En 1982, la atención de toda la opinión pública se centró en la polémica suscitada por la intención de una compañía norteamericana que pretendía lanzar el llamado “lodo cloacal”, así se le llamó al material con el que seria lapidada la laguna; hoy y siempre un remanso en medio del caluroso sur profundo y nidal de hermosos flamencos rosados y garzas.
Cuenta Yolanda León, del Parque Nacional Jaragua, que gracias a la salvación de la laguna en 1982 y a la presión social ejercida para impedir su muerte, al año siguiente, el 11 de agosto de 1983, se decretó como zona protegida el Parque Nacional Jaragua, con 1,295 kilómetros cuadrados y con una vasta gama de ecosistemas como el de Bahía de Las Águilas, las islas Beata y Alto Velo, el Hoyo de Pelempito.
La sierra de Bahoruco forma parte también de las áreas protegidas, sin embargo, se permitió la siembra de aguacates para la exportación, a pesar de que se advirtió que el producto consume una alta cantidad de agua, lo que ha sido medido ya en Chile y México, que son los mayores exportadores.
Estas historias son importantes porque en la actualidad las comunidades de Yamasá y Peralvillo llaman a la atención de todos ante la pretensión de la minera Barrick Gold de construir una presa de cola que pondría en riesgo la vida de más de una veintena de ríos entre los que figuran el Isabela y el Ozama, los dos ríos naturales que hicieron posible la fundación de la ciudad de Santo Domingo.
Pasaron 39 años para que entendiéramos la importancia de la laguna de Oviedo no solo como atractivo turístico, sino como una fuente de conocimientos para la humanidad por la variedad de su ecosistema.
Ahora “Los Encadenados” en la comunidad Las Lagunas de Cotuí, protestan porque enterraron los ríos, dejaron a las familias exentas de agua, porque fueron contaminadas con cianuro.
Los que sufren el impacto de la destrucción alegan que antes del 2012, eran pobres que vivían con dignidad, trabajaban en sus predios, tenían sus casitas y disponían de aguas limpias de los ríos Magua y Yagal, los cuales fueron sepultados por la presa de cola.