Contra el caos del tránsito: Educación

Contra el caos del tránsito: Educación

El periódico HOY trajo, el jueves 7 de los corrientes, la información del tema tratado en el Almuerzo semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio, con dos diputados, sobre el proyecto de ley que procura reunificar en un solo organismo las distintas instituciones que regulan el trasporte en general.

Aunque estamos de acuerdo con dicha iniciativa, lo prudente es no incluir la AMET y la Policía de tránsito, que son organismos con tareas de vigilancia en las vías públicas.

Lo fundamental de este caos existente es erradicarlo definitivamente, por ser uno de los más graves problemas que afectan al país, al haber tocado fondo el incumplimiento de la ley. La permisibilidad evidente con que tratamos a los temerarios violadores de la ley, cuando conducen en las vías públicas, mostrando su descarado accionar, mientras transitan, exhibiendo lo mal educados que son, groseros, sin asomo de muestras de cortesía, su arrogancia generada por la conducta desinstitucionalizadora exhibida por los políticos dominicanos.

Educar a los conductores de vehículos debe ser la meta inmediata que debe realizar el Ministerio de Interior, como responsable de la Policía Nacional y los agentes de la AMET.

Violar la luz roja, sobrepasar la líneas del peatón, no cumplir con la señal de PARE, la  conducta  de rebasar para estar delante sin respetar los carriles, las líneas blancas o la fila de los vehículos, especialmente de yipetas, guaguas, motores  y camionetas. Transitar por vías contrarias, cruzar las líneas amarillas para girar a la derecha en rojo; las groserías contra los conductores que van legalmente cumpliendo la ley. No cumplir con las reglas de no estacionar o subirse a la acera  impidiendo el paso a los peatones que caminan, etcétera.

La campaña educativa que debe iniciar el Ministerio de Interior debe ser efectiva durante una semana, tirando toda la policía a la calle para educar a los conductores,  indicándoles  que deben conducir en el centro de los carriles, no sobre- pasar la línea del peatón, observar la luz roja, etc., y después con una rigurosa  aplicación de la ley. Por ejemplo, al que viola la luz roja detenerlo, ponerle la multa, cobrándola inmediatamente y reteniendo su vehículo por 48 horas. Medidas drásticas pero infalibles. La iniciativa de la nueva ley es buena, pero los actores del campo donde está el caos son  los policías de tránsito.

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