Contradicción de poderes

Contradicción de poderes

Un reconocido autor sostiene que Dios no es democrático. Como ha de suponerse, esto le causó muchos estragos entre los sectores, tanto religiosos como seculares.

¿Es ciertamente el Creador una especie de dictador o tirano?

La respuesta simple es ni uno ni lo otro.

Sencillamente Dios establece las cosas por sí sólo porque él es perfecto. El no necesita de alguien que le sirva de contrapeso como para que se produzca un balance o equilibrio entre el bien y el mal.

 Sin embargo, en lo que respecta al hombre, él si produce la contradicción o choque de poderes.

Pero esto lo hace porque nosotros tenemos muchas debilidades. Es una locura depositar todo el poder en las manos de un solo hombre, siendo que el corazón del hombre está lleno de ambición, avaricia, maldad, resentimiento, odio y egoísmo.

Por esa razón vemos que en el Antiguo Testamento Dios ungía a los reyes para gobernar al pueblo de Israel, pero, al mismo tiempo, le colocaba a un profeta para que le llamara la atención, lo exhortara y le denunciara sus faltas cometidas.

Tal fue el caso de David y el vidente Natán. Cuando el gobernante maliciosamente produjo la muerte de Urías, el esposo de Betsabé, para tenerla por mujer, el profeta denunció su pecado y lo llevó a la confesión y al arrepentimiento.

Isaías, Jeremías, Ezequiel y Elías fueron grandes ejemplos de una lucha permanente con el poder en su afán no sólo de reivindicar la fe verdadera, sino la justicia y las condiciones sociales del pueblo.

En la historia antiguo testamentaria es muy común ver a reyes ungidos una vez por el Señor  persiguiendo, apresando, maltratando y, hasta, asesinando a grandes mensajeros de Jehová.

Era así como Dios creaba contrapeso para el equilibrio. 

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