Contratos mineros y renegociación Barrick

Contratos mineros y renegociación Barrick<BR>

La renegociación, favorable al país, del contrato con la empresa minera Barrick Gold, representa un triunfo para el Presidente Danilo Medina y para todas la opiniones, que de manera sensata se unieron al Gobierno para lograr mejorar los ingresos desde la etapa inicial de la explotación; no han faltado las voces cuestionantes del acuerdo y los que aprovechan para elogiarlo y denostar el anterior como una forma de echar lodo a la gestión del Dr. Leonel Fernández y sembrar la división en el PLD.

Tanto el primer contrato, firmado en el Gobierno de Hipólito Mejía, así como la modificación en la gestión del Dr. Fernández, e incluso la presente, se justifican tomando en consideración los precios mundiales del oro y la coyuntura financiera global en cada caso.

El 25 de marzo de 2002, previo a una licitación, la Administración de Hipólito Mejía arribó a un acuerdo de arrendamiento minero con Placer Dome, empresa canadiense, mediante el cual el Estado asumía la mitigación de los daños ambientales y contemplaba en términos financieros que el Estado recibiría 3.2% de los cobros netos (Retorno Neto de Fundición), Impuesto sobre la Renta de acuerdo al Código Tributario  y un impuesto sobre los beneficios netos en base a una ecuación(PUN=5% +(precio oro-US$275/10). Pero ese impuesto no debía exceder el 25% de los beneficios netos.

Esa negociación fue adecuada en su momento, sin embargo transcurrieron seis años y Placer Dome no invirtió un centavo y vendió la concesión a la Barrick Gold, también canadiense, quien en memorando del 26 de febrero de 2008 notificó al Estado su decisión de llevar a cabo el proyecto y entregó el estudio de factibilidad en el que mostraba una inversión de capital estimada en US$2.85 miles de millones y asumía el 50% del costo de los daños ambientales.

La mina de Pueblo Viejo, manejada por la Rosario Dominicana hasta el agotamiento de los sulfuros, era una bomba de tiempo ambiental y tanto la Administración Mejía, como la Fernández, estaban contestes de la necesidad de lograr que una empresa extranjera hiciera las inversiones para que la explotación generara los recursos para remedar y detener los daños ambientales.

Las negociaciones entre el Estado con la Corporación Pueblo Viejo Dominicana (PVDC) se realizaron en el marco de una crisis financiera global (la quiebra de Lehman Brothers se produjo en septiembre de 2008) con una parálisis mundial del crédito, recesión global y precios mundiales del oro rondando los US$600 dólares la onza troy. En esa circunstancia la empresa pidió modificar el PUN, llevándolo a 28.75%, pero el Estado comenzaría a recibirlo a partir de que el proyecto lograra un 10% de Tasa Interna de Retorno. El Estado se asesoró en esa negociación del Bureau de Reserches Geologiques et Minieres (BRGM) de Francia y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que sugirió modificar el PUN de acuerdo a la propuesta de la Barrick.

La renegociación fue correcta, dadas las circunstancias financieras, los precios del oro y la magnitud de la inversión, la más grande en la historia del país; como lo fue la posición del Presidente Danilo Medina en su discurso del 27 de febrero, en vista de que las condiciones financieras mundiales habían cambiado, con abundancia de crédito a tasas bajas de interés, y precios mundiales del oro superando los US$1,600 la onza troy.

Con la obtención de condiciones más favorables con la Barrick Gold la Administración Peledeistra del Lic. Danilo Medina sigue escalando peldaños de popularidad, obtiene recursos adicionales, rondando los 2 mil millones de dólares  para este cuatrienio, los cuales le permitirán un mayor grado de libertad, en medio de limitaciones fiscales y financieras, para bien invertirlos a favor del desarrollo y reducción de la pobreza.

Los que intentan desmeritar y cuestionar el Gobierno del Dr. Leonel Fernández por la revisión del contrato, y además dividir al PLD intentando separar a los dos grandes líderes, no van a lograr sus propositos porque estos dos Estadistas están contestes de sus respectivas responsabilidades históricas y además, con cada éxito del presente Gobierno, se consolida la permanencia del progreso más allá del 2016.

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