Control de las emociones, parte esencial para el éxito laboral

Control de las emociones, parte esencial para el éxito laboral

Las emociones son parte vital de un buen desempeño laboral, siempre y cuando se mantengan en control. No se trata de reprimirlas, como erróneamente se recomienda, sino de hacer una buena gestión de ellas en procura de alcanzar el éxito.

De hecho, no hay forma de existir sin emoción, según afirma el terapeuta Mario Minaya. “Emoción es la energía que nos mueve. Movimiento es el intercambio personal. Como persona somos cuerpo, mente, espíritu y ambiente. La manera en que percibimos, analizamos y respondemos define nuestro ser psicológico. Alegría, rabia, tristeza, miedo y afecto son las emociones universales”, explica.

No obstante, la forma en que estas emociones sean manejadas puede ser la responsable de una carrera profesional exitosa o el fracaso. El experto, conferencista en el área de crecimiento humano y laboral, señala que “la pasión, el gozo, el servicio al cliente, la asertividad, el trabajo en equipo, el manejo de conflicto, el empoderamiento, la actitud de entrega, la confianza, la solidaridad son partes imprescindibles del trabajo bien hecho. Las emociones son el elemento común presente”, pero, “un manejo inadecuado de rabia, tristeza, miedo, alegría o afecto puede convertirte en una persona imprudente, desprotegida, insensata. Esto incide sobre tu liderazgo”.

Inteligencia emocional. El trabajo es un medio de realización humana que nos dignifica y es parte de nuestro crecimiento personal. De ahí que un buen manejo emocional no sólo da buenos resultados en el ámbito laboral, sino en todas las demás áreas de su vida.

Para desarrollar la inteligencia emocional será imprescindible, y para ello es necesario reconocer, compartir e integrar la emoción. “Lo importante es crecer como ser humano, ser feliz, vivir en paz, bienestar, fluir. Ser inteligente emocionalmente es ser yo en relación con los demás para una convivencia humana, fraterna y productiva. Crecer como ser humano significa tener conciencia de lo que soy, quiero, y hago en la vida. Tener claridad de mi perfil y mi rol, sentido de mi aporte, trascendencia, seguridad y legado”, agrega Minaya.

El éxito no llega fortuitamente, ni depende sólo de saber comportarse. También podrían ayudarle técnicas de crecimiento personal como la “relajación, meditación, oración, ejercicios, recreación, terapia, grupos de apoyo y una alimentación sana”.

Los especialistas de la conducta observan con frecuencia que no hay emociones buenas y malas, sólo mal administradas. Por eso, aún las   consideradas negativas pueden  contribuir a un buen desempeño laboral. 

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