Controlar la especulación

Controlar la especulación

POR CARMEN CARVAJAL
En una economía de libre mercado, como la que opera en la República Dominicana, el control de precios es impracticable, pero debe haber un organismo que se ocupe de velar porque el mercado fluya correctamente y  de detectar los problemas que afectan a los consumidores y que puedan ser resueltos por la acción efectiva de las autoridades.

Es la convicción de Francisco Mancebo, quien tiene a su cargo la Dirección de Control de Precios, organismo que, aunque muchos lo consideran desfasado, él entiende que todavía tiene un papel importante que desempeñar en la sociedad dominicana, en tanto se opera el cambio que deberá surgir con la aprobación de la Ley de Defensa al Consumidor.

Para el funcionario, la inactividad que primó en el organismo durante los últimos años no es justificable, puesto que si bien ya no es factible asignar y controlar precios, sí lo es combatir la especulación y defender los intereses de los consumidores, sobre todo, en medio de un proceso inflacionario, como el que ha vivido el país.

«Alguien debe ocuparse de vigilar, monitorear y trazar pautas y diseñar estrategias para mejorar las condiciones del mercado».

Explica que esta es la inquietud del Presidente de la República, del secretario de Industria y Comercio y la suya propia.

Las autoridades, entiende, no pueden limitarse a ver lo que sucede en el mercado, ya que el gobierno, en representación del Estado, debe garantizar a los dominicanos el derecho a comer y comer bien, por lo que debe crear las condiciones  para que el mercado opere adecuadamente.

Las autoridades de la Dirección de Control de Precios, explicó, están trazando un plan, junto a los sectores productivos, importadores y distribuidores de alimentos, para eliminar obstáculos que dificulten la venta a precios justos y para enfrentar cualquier problema que afecte a algún sector o producto.

 Cuando se detecta que un producto tiene una tendencia alcista, entonces Control de Precios acude a la fuente para ver qué está pasando y tomar las medidas correctivas necesarias, de manera, si es posible, detener o revertir la tendencia para que el consumidor pueda adquirir el producto más barato.

«Creemos en eso, en la participación de todos, que el consenso y la búsqueda conjunta de soluciones es la manera de llegar mejor a los consumidores», manifestó el director de Control de Precios.

 Es por ello que han organizado encuentros con los industriales, importadores, productores agrícolas y de leche, entre otros.

Fruto de estas reuniones se logró que algunos sectores reacios a adecuar los precios a los nuevos costos generados por la baja en la cotización del dólar, redujeran los precios.

ATRIBUCIONES

La Dirección General de Control de Precios tiene otras funciones, al margen de determinar y controlar precios, que es una actividad desfasada en una economía abierta.

Según explica su director, la entidad debe ir a los agentes comerciales y productores, a ver las fórmulas de que las cosas mejoren, sin dejar de lado el monitoreo y el control de la especulación.

En cuanto al precio de los medicamentos que se han resistido a bajar de costo y en algunos casos, han subido, a pesar de que el dólar ha bajado su cotización considerablemente, dijo que es Salud Pública que debe vigilar los precios y la calidad de los medicamentos, y luego, a petición del organismo oficial, Control de Precios interviene, si es necesario.

Dijo que los laboratorios nacionales han  bajado el precio de los medicamentos de fabricación nacional, pero que los importadores se resisten, a pesar de que  con la baja del dólar es a ellos a quienes más se les han  reducido los costos.

«Es facultad de Salud Pública darles seguimiento a los precios de las medicinas. Si ellos deciden podrían entrar Control de Precios, pero sólo como un auxiliar, para dar seguimiento a los precios».

En cuanto a los precios especulativos que se mantienen aún en colmados, especialmente de las zonas periféricas de la capital, dijo que Control de Precios está haciendo operativos todos los días para controlar el problema.

La Dirección, aseguró, ha cambiado a los inspectores y el criterio de selección a la hora de designar alguno.

Reconoció que anteriormente estos inspectores acudían a los colmados en busca de prebendas y no para cumplir con su deber.

Es por ello que la actual Dirección decidió utilizar estudiantes universitarios, sin grandes compromisos y con buena base moral, para las inspectorías.

Además, los monitoreos en los comercios se hacen con equipos de cinco, que incluyen agentes policiales y supervisores.

También, los barrios que van a ser visitados se eligen poco antes de salir, con lo que se evita que se pueda avisar a los comercios del sector a visitar.

Con frecuencia se cuenta también con la participación de miembros de las juntas de vecinos para que participen.

De esta manera, el comerciante tiene menos chance de alterar los precios.

CAMBIOS

Control de Precios tiene que actualizarse y modernizarse, lo que logrará con la Ley del consumidor que cursa en el Congreso. «La Dirección está trabajando para garantizar que la estructura de equipos, recursos humanos tienda a mejorar, y le estamos dando mucho énfasis al Departamento de Orientación y Defensa al Consumidor”.

Este departamento es un medio de que dispondrá el consumidor para auxiliarse cuando sienta que lo están estafando, a la hora de adquirir o utilizar un bien o servicio.

La ley, cuyo centro es la defensa del consumidor y sus derechos, está bastante consensuada, por lo que Mancebo tiene mucha esperanza de que sea aprobada en poco a tiempo.

La ley garantiza un marco legal que permitirá al consumidor tener respuestas a todas sus inquietudes y quejas. Organismos de defensa al consumidor que ahora están dispersos, se concentrarán en esta sólo dependencia.

Mientras la ley es aprobada, el director de Control de Precios expresa su decisión de ir trabajando, y en enero comenzará a reunirse con las juntas de vecinos para formar una red, a través de las cuales se darán charlas y reuniones para lograr la alianza de los consumidores en la defensa de sus derechos.

También se trabaja en la elaboración de un proyecto para la creación de un centro de llamadas a través del cual los consumidores se podrán comunicar con los técnicos de Control de Precios para canalizar sus quejas.

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