El ex presidente Leonel Fernández afirmó ayer que el presidente Hipólito Mejía nunca podrá controlar la tasa de cambio del dólar si continúa aumentando el gasto corriente y haciendo una emisión monetaria mayor que lo que permite la producción nacional.

Expuso que para controlar la prima del dólar no se pueden utilizar medidas coercitivas, tal como le gustaría hacer a Mejía, Fernández estableció que la solución del problema es resolver el déficit cuasi fiscal.

«Ese déficit ha significado la emisión de 110 mil millones de pesos inorgánicos. ¿Cómo se ha pretendido evitar el impacto de esa emisión inorgánica en el desempeño de la economía dominicana en conjunto? Mediante operaciones de mercado abierto en el Banco Central. Es decir, emitiendo certificados y con la emisión de certificados han recogido 75 mil millones de pesos pero hay como 34 mil millones que todavía están flotando».

Al referirse a los especulación que existe en la prima del dólar, Fernández recordó que durante su gobierno eso nunca sucedió. «Durante mi gobierno esos cuatro cinco incontrolables existían y la tasa de cambio no se disparó. El problema está en ese manejo incoherente de política fiscal, política monetaria y política cambiaria».

[b]QUEBRARIAN BANCOS[/b]

Refiriéndose a los certificados del Banco Central, Fernández advirtió que si mantienen por mucho tiempo los bancos comerciales del país podrían colapsar.

La razón, dijo, es que la tasa del 50% de interés que ofrece el Banco Central podría ser muy atractiva para los ahorrantes de los bancos, quienes tomarían la decisión de llevar su dinero para allá. «El dinero va donde está la rentabilidad. Pero, ¿qué va a ocurrir si todo el mundo se lleva de esa lógica? Va a colapsar el sistema financiero nacional, los bancos van a quebrar y si los bancos quiebran la economía dominicana va a colapsar».

Como una medida de buscar salidas a ese problema, Fernández resaltó que hay que acelerar un plan de venta de activos de los bancos quebrados. También propuso vender algunos activos del Banco Central y del propio Estado.

Con esas ventas, que tienen que hacerse en los primeros seis meses del gobierno, buscaría lograr un ajuste fiscal que permita un super hábit de un 1% que permita la solución de ese déficit cuasi fiscal del Banco Central. De esa manera, Fernández entiende que bajará la tasa del dólar, aumentará la confianza de la gente, regresarán los capitales fugados y habrá una mayor inversión extranjera directa.

Gracias a todo esto, bajará el alto costo de la vida. «En la medida en que la tasa de cambio empieza a bajar, el pueblo abajo siente el alivio y el derecho a la comida. Ese es el tema número uno porque crea todo el desbarajuste».

Posteriormente, Fernández adujo que hay que hacer una reforma tributaria compensatoria, que elimine las medidas fiscales distorcionantes de los últimos tiempos y nivele las recaudaciones que el Estado perderá con la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio.

[b]TOMARA PRESTAMOS BLANDOS[/b]

Respondiendo a unas acusaciones que le hizo el presidente Mejía el jueves pasado, Fernández aseveró que durante su mandato puso un tope al endeudamiento. También que honró la deuda que había adquirido con Baninter y con el Banco Popular.

En otro sentido, Fernández indicó que Mejía ha recibido mayor cantidad de ingresos que ningún otro gobierno pero, pese a ello, terminó completamente quebrado. Por esa razón, él sólo tomaría préstamos blandos y a largo plazo.

Respecto al empleo, Fernández afirmó que promoverá la mediana, pequeña y micro empresa, al tiempo de preocuparse de que la economía crezca. «Si la economía no crece no hay empleos», subrayó. En nombre de ello, Fernández retomará y ampliará el Programa de Promoción y Apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa (PROMIPYME).