Controles

Controles

El mejor programa nacional de salud debe comenzar por el cuidado y manejo de los alimentos con toda la higiene y en eso sacamos un tremendo 0 en cualquier examen.
Lo peor es cómo ninguna autoridad del sistema nacional de Salud Pública ha intervenido de manera seria y continuada en este campo.
La actividad relacionada con la pulcritud de los alimentos no existe. ¿Acaso se piensa que la República Dominicana termina a las puertas de los supermercados donde compramos los escasos miembros sobrevivientes de la cuasi desaparecida clase media? Todos sabemos que no, que falta atención, vigilancia, protocolos que se cumplan y que se hagan cumplir. ¿Cómo es posible que sigamos poniendo los perros a cuidar la longaniza y tengamos personal sin calificación científica, sin un sueldo adecuado, en la supuesta vigilancia de la limpieza de los alimentos de la dieta diaria?
La falta de controles que sufrimos en el país es causa de nadie sabe cuántos problemas de salud que padecemos sin que haya real interés en determinar su origen.
El manejo y control de los alimentos es un desastre ¿quiere comprobarlo? Vea cómo se matan los animales de consumo humano, en lugares donde nunca hubo higiene, con instrumentos inadecuados y sucios, con mazazos, con palos, sin consideración por los consumidores.
¿Sabe usted cómo se matan las vacas, los chivos, las gallinas y los puercos que se venden en cualquier sitio y que uno adquiere confiado en la calidad e higiene de estos?
Los vegetales que se venden en los supermercados, donde se presume hay mayor cuidado en el manejo, en ocasiones están podridos o al borde de la descomposición, por esa razón los colocan envueltos en el medio del paquete sin ningún respeto por el parroquiano. Las carnes no son sometidas a ninguna inspección por autoridad capaz y competente
¿Es que usted piensa que ya no hay niguas porque a usted le obligaron a usar zapatos todo el día? ¿O acaso cree que las chinches y los parásitos intestinales desaparecieron por arte de magia? ¿Qué me dice de los piojos, desaparecieron también?
De ese mismo modo aún existe la triquinosis terrible enfermedad transmitida por el consumo de carne de cerdo con triquina, un parásito que ataque una zona del cerebro e inutiliza a la gente. La triquinosis forma parte del descuido, permisividad o ignorancia de las autoridades que vigilan los mataderos.
Mientras comemos y bebemos alimentos contaminados por su mal manejo, la gran preocupación aparente, de la mayoría es si ganó el Licey o las Aguilas o Los Toros o Las Estrellas o los Gigantes del Cibao. ¡Vaya preocupación!
Suerte que Dios nos protege pues como decía Marino Castillo en 1956, “en este país vivimos de que Dios es grande y el aire es gratis”. Amen.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas