El intercambio de ideas surgió sin que hubiera un acuerdo previo para que se produjera en ese momento. Aproveché para profundizar en un tema que me preocupa desde hace mucho: ¿Cuál es tu visión sobre un plan general de salud pública?
Sin vacilar me contestó: crear un eje transversal que se inicie en la Aduana y termine en el proceso y la higiene en el manejo de los alimentos. Dado que la salud entra por la boca, es preciso que haya la higiene, el conocimiento, la vigilancia y el seguimiento de parte de las autoridades.
Aduanas deberá revisar y aprobar el ingreso de semillas, abonos, pesticidas, fungicidas y cualquier otro elemento que participe en la siembra, cuidado, vigilancia, crecimiento de los distintos cultivos de productos alimenticios.
El segundo paso es la vigilancia constante de la calidad del producto una vez almacenado en lugares que tengan las condiciones requeridas para su conservación. El manejo de esos insumos, para que lleguen al productor en las mejores condiciones de calidad y efectividad.
El control de la calidad y cantidad de las aguas requeridas para el desarrollo de las simientes hasta convertirse en frutos, la preparación y roturación de los suelos. El manejo adecuado de los insumos agroquímicos.
El almacenamiento y manejo de los frutos una vez cosechados. El manejo de esos alimentos antes de su venta al público, especialmente las condiciones de higiene.
El mantenimiento de la calidad de los frutos para que lleguen al consumidor en condiciones óptimas, de lo contrario que sean descartados, que no sean consumidos.
Para ello se requiere de un grupo de inspectores de saneamiento que conozca toda la gama de los renglones en los cuales intervenir. especialmente lo que se refiere a la recolecta y disposición de los desperdicios.
Esos inspectores velarán porque los alimentos crudos que se ofrecen a la venta estén aptos para ser consumidos. Ese mismo personal se ocupará de intervenir en los procesos industriales, mediante inspecciones no anunciadas, para que se mantenga la calidad de los productos.
La higiene en el manejo de las carnes es otra actividad en la que se precisa de una mayor vigilancia, ya que muchos de los trabajadores, que intervienen en el procesamiento de las mismas, carecen de los conocimientos de limpieza requeridos para facilitar el consumo de productos sanos y adecuados.
Una vez controlados esos pasos, se verificará la calidad de las grasas comestibles, mediante inspecciones periódicas a las fábricas y envasadoras de los aceites y mantecas, así como visitas a las empresas que procesan productos cárnicos para la fabricación de embutidos y lácteos para la producción de quesos.
La conversación se alargó, al candidato lo esperaba mucha gente. Continuaremos, otro día, sobre el tema de la salud.