Conversatorio sobre libro “Memorias de la Señora”

Conversatorio sobre libro “Memorias de la Señora”

Para unirse a las festividades de la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo 2012 y con el inicio de la primavera, la Editorial Santuario realizó ayer viernes un  conversatorio sobre el libro “Memorias de la Señora” (Colección de Relatos) de la escritora Carmen Imbert-Brugal.

“Memorias de la Señora” es una edición canónica conmemorativa de los dieciséis años de la primera edición de la novela distinguida Carmen Imbert-Brugal, y consta de una selección de veinticinco relatos breves que invitan al placer de la lectura, narrados desde el desencuentro, la memoria confesional, el abandono, la renuncia y la fragmentación que la sociedad impone al sujeto femenino.

Imbert-Brugal tiende a cambiar ese destino, subvirtiendo el discurso que condena a la mujer en su rol de domesticidad, resquebrajando la obediencia, interrogando a los refugios afectivos, recomponiendo los cristales dispersos de esa mirada –metáfora de la inconsciencia– a la cual se aferran muchas que no descubren su sentido de pertenencia en el mundo.

En veinticinco relatos de mujeres y sobre mujeres, la narradora nos hace viajar con sus protagonistas por la insularidad del Caribe; nos trae y nos lleva por las orillas de una triangularidad de un escenario desde el cual las mujeres se hacen a la mar entre San Juan, Varadero y Santo Domingo para confesarse y encontrar el eslabón de esa cultura patriarcal que impone distorsiones a su voz, a su cuerpo, a sus manos y a su pensamiento.

El conversatorio, realizado en el Foro Pedro Mir de la Librería Cuesta, contó con la participación  de las críticas literarias Wanda Cosme Montalvo y Sheila Barrios Rosario, ambas puertorriqueñas. 

Fragmento

Como no te tengo, te imagino en deseo, sólo sensación y gusto, sólo paso de espuma y arena./ Por no tenerte te siento, te huelo, disfrutando el olor que inventé para ti./Como no te tengo, te he querido en cada esquina, te he acariciado, conozco tu rostro de placer, tu ansiedad./ Como no te tengo, estoy contigo siempre y te he amado tantas veces que mi rubor te sorprende cuando nos vemos.

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