Las estadísticas de 2022 muestran buen comportamiento del mercado laboral. El PIB real aumentó 4.9 por ciento, con creación de empleos productivos y de mejor calidad, neto la cantidad de 92,642 (formal e informal), con un crecimiento interanual de 2.0%, que elevo el volumen de ocupados a 4.77 millones.

Respecto a la calidad de los empleos netos creados, en 37,919 se redujeron los informales y en 130,561 aumentaron los formales, descendiendo 1.9 puntos p la tasa de informalidad, para representar 56.2% de la ocupación total.

La brecha entre oferta y demanda en el mercado laboral se ha reducido durante los meses de gobierno de Luis Abinader, el empleo ha aumentado a una tasa que supera la de la fuerza de trabajo y, como consecuencia, la desocupación abierta ha disminuido en 2.6 puntos porcentuales, desde 7.4 por ciento en julio-septiembre de 2020 a 4.8% en octubre-diciembre de 2022.

Con recuperación del poder adquisitivo perdido por inflación acumulada desde el 1ro. de agosto 2019 al 21 de julio de 2021, porque en esta última fecha el gobierno hizo el mayor aumento de salario mínimo registrado en el Comité Nacional de Salarios, en promedio un 32.8 por ciento o 23 por ciento ponderado por la cantidad de trabajadores en las diferentes categorías de empresas.

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El poder adquisitivo aumentó en 10.4%, diferencia entre el mencionado incremento medio de 23% del salario mínimo y la inflación acumulada de 12.6% del 1ro. de agosto de 2019 al 21 de julio de 2021. Ganancia de poder adquisitivo que se evaporó al congelarse el costo laboral (no aumentó el salario mínimo) y acumularse inflación por 11.9 por ciento durante diez y siete meses (desde el 21 de julio de 2021 hasta diciembre 2022).

Es decir, los trabajadores cargaron con el costo de la inflación acumulada cuando el reparto de la carga debió ser equitativo entre empresas y trabajadores.

Reconociendo esta realidad y que como consecuencia del sacrificio que hicieron en el país la inflación interanual nunca llego a dos dígitos, a diferencia de los que sucedió en importantes economías de la región, finalizo esta nota con las siguientes recomendaciones.

Uno, conviene a la economía descongelar el salario mínimo con aumentos en dos etapas para evitar efectos de segunda vuelta en precios. Y hacerlo por categoría de empresas para privilegiar a las que emplean la mayor cantidad de trabajadores.

Dos, el aumento total debe sumar 13.1%, que es la inflación acumulada de 11.9% más la mitad del crecimiento acumulado de 2.4% de la productividad aparente del trabajo (crecimiento acumulado del PIB de 7.6 por ciento menos aumento acumulado del empleo de 5.2%), desde el 21 de julio de 2021 hasta diciembre de 2022.

Tres, el primer aumento de salario mínimo debe entrar en vigencia a final de febrero de este año, coincidiendo con el hecho de que los precios siguen desinflándose, en enero aumentaron 0.63 por ciento comparado con diciembre 2022, es decir, 59 puntos básicos menos que el nivel a final de 2022, lo que redujo la inflación interanual a 7.24% de enero 2022 a enero 2023. De mantenerse el continuo descenso la inflación interanual convergerá en su rango meta de 4%± 1 % a final de este año.

Y cuatro, el segundo aumento de salario mínimo hacerlo en el tercer trimestre de 2023, con una senda que preserve su poder adquisitivo para evitar empeoramiento de la desigualdad.