Santiago.  El parque Duarte, un lugar de libre esparcimiento para el público y que posee un gran valor histórico, ha sido convertido en una improvisada plaza comercial, donde decenas de vendedores ambulantes han tomado sus bancos, glorieta y verja perimetral para colocar sus mercancías y ofrecerlas al público.

Hasta la fuente del parque es usada como un criadero de pececitos que luego son vendidos a quienes pasan por el lugar. Este parque, situado en el centro de la ciudad, ha ido perdiendo su valor histórico y sus antiguos visitantes apenas lo transitan. Son pocos los que se detienen en el lugar, transformado en un mercado de ropa, calzados, pinturas, artículos comestibles y hasta pequeños puestos de venta de celulares y accesorios.

Los propietarios de estos establecimientos llegan con sus mercancías, mesas, sillas y otros artículos a las 6:30 de la mañana y se marchan después de las 5:00 de la tarde. Fidelio Guzmán, un asiduo visitante al parque Duarte, denunció que este se encuentra arrabalizado, lo que impide el libre tránsito y además da mala impresión a los turistas que vienen a visitar la ciudad.