El Senado convirtió anoche en ley el controvertido proyecto de Áreas Protegidas al acoger en única lectura las reformas que le introdujo la Cámara de Diputados.
Por la pieza votaron 22 de los 23 senadores presentes, ya que José Tomás Pérez (Partido de la Liberación Nacional-PLD-Distrito Nacional) se opuso, tras advertir que la reducción de las áreas protegidas provocará graves daños a los recursos naturales y el medio ambiente.
La legislación será remitida ahora al poder Ejecutivo para su promulgación u observación, conforme a las disposiciones de la Constitución de la República.
El proyecto fue defendido por los senadores Celeste Gómez, presidenta de la comisión de Recursos Naturales del hemiciclo y representante de Santiago Rodríguez; Ángel Dignócratez Pérez y Pérez, de Pedernales; César Matías, de Valverde, y Germán Castro García, de La Altagracia.
Según las reformas, del parque Jaragua se excluyeron áreas pobladas de San Juan, Neyba, Sansón, Las Mercedes y el área de la fábrica de Cemento Andino. Estas áreas habían sido incluidas en el proyecto que anteriormente había aprobado el Seando.
Otros límites fueron aumentados para incluir los islotes Los Frailes y Alto Velo y la isla Beata.
Por otro lado, quedó eliminado el capítulo tres del proyecto original que trata sobre las áreas de vocación forestal que ahora podrán ser explotadas.
Asimismo, la reserva científica de la Loma de Quita Espuela fue ampliada en 73 kilómetros y al santuario de mamíferos marinos se le adicionaron los bancos de la Plata, de la Navidad y del Pañuelo, de acuerdo con los proponentes.
Igualmente, conforme a las reformas que le introdujo la Cámara de Diputados, la protección del lago Enriquillo fue aumentada para preservar sus humedales.
Al intervenir, el senador del Distrito Nacional dijo que con legislaciones como la aprobada por el Senado se corre el riesgo de convertir la República Dominicana en un desierto.
Pérez resaltó que fruto de la depredación hay ríos totalmente secos y convertidos en caminos vecinales.
El legislador del PLD leyó parte de un informe de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) según el cual el Parque del Este se ha quedado sin costas, ya que estas zonas se dedican a la construcción de hoteles, carreteras y otras instalaciones turísticas.
Manifestó que de esta manera se destruyen recursos que son vitales para el futuro del país, como es su biodiversidad.
Al intervenir, el senador de Pedernales, Pérez y Pérez (Partido Revolucionario Dominicano-PRD), se quejó de que personajes extranjeros que no identificó se entrometen en los asuntos internos para impedir el desarrollo de comunidades muy empobrecidas que sólo tienen para superarse la utilización adecuada de sus riquezas naturales.
Indicó que del Parque Jaragua, con un área de 1,600 kilómetros cuadrados, apenas se liberan 100 kilómetros cuadrados en beneficio de poblaciones históricamente olvidadas.
Al intervenir, el senador Matías (PRD-Valverde), expresó que es apenas una pequeña porción la que se saca de las áreas protegidas y señaló que Estados Unidos apenas preserva 7%, mientras aquí se quiere mantener e incluso aumentar 30% existente.
Por su lado, la senadora Gómez (PRD-Santiago Rodríguez) dijo que las reformas se apegan a la conservación del medio ambiente y los recursos naturales como costas, flora y fauna.
Aseguró que esta pieza fue sometida a grandes sesiones de consultas y de vistas públicas en todas las poblaciones que afecta, donde, sostuvo, sus pobladores defendieron el uso de sus recursos.
El senador Bernardo Alemán, de Montecristi, intervino para solicitar un cierre de debates, lo que fue acogido por el pleno que, de inmediato, votó por la aprobación del proyecto con el favor de 22 de los 23 senadores presentes.
El proyecto figuraba en la agenda del día como correspondencia de la Cámara de Diputados, pero el senador Matías pidió su colocación en la orden del día, lo que el pleno aprobó.
Luego de la sesión, la Coalición de las Áreas Protegidas protestó por la aprobación de la ley, al considerar que contiene tantos errores que la harán inaplicable.