Convivir con el asma

Convivir con el asma

EFE
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Es una de las enfermedades respiratorias más frecuentes y no tiene cura. Pero, a diferencia de quienes padecen otras patologías de carácter crónico, las personas con asma pueden llevar una vida activa y normal si cumplen con el tratamiento adecuado.

Tos, pitidos en el pecho, fatiga y opresión torácica son los síntomas más recurrentes del asma, una enfermedad crónica que afecta a los bronquios.

En las personas asmáticas “los bronquios están inflamados, lo que hace que sean muy sensibles y se estrechen al ser estimulados por sustancias que llamamos desencadenantes. Estas pueden ser alergenos, virus, aire frío o contaminación”, explica Antolín López Viña, coordinador del área de asma de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica y miembro del equipo de neumología del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid, España).

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, las muertes por asma aumentarán en casi un 20 por ciento en los próximos diez años si no se toman medidas urgentes. “El asma no se cura, pero con el diagnóstico y el tratamiento adecuados, sumados a la educación del paciente, se puede lograr un buen control de la enfermedad”, apunta este organismo.

“Disponemos de medicamentos muy eficaces para controlar la enfermedad en la mayoría de los casos”, asegura el doctor López Viña.  “Los más importantes son los antiinflamatorios, en concreto los corticosteroides inhalados, que tienen que tomar  todos los pacientes que necesitan medicación continua. Cuando no se consigue el control con estos medicamentos, se añaden broncodilatadores de acción prolongada y otros fármacos en los casos más graves”, añade el especialista.

Con dichos fármacos, “el 90 por ciento de los pacientes puede controlarse y hacer una vida normal desde el punto de vista laboral e, incluso, deportivo”, señala el neumólogo.

Sin embargo, en la práctica “dos tercios de los pacientes asmáticos no están bien controlados, lo que significa que tienen molestias; algunos, todos los días”, afirma el médico.

Asimismo, en ocasiones, “estos pacientes tienen que faltar al trabajo o al colegio, ingresar en el hospital, algunos corren el riesgo de morir y otros, incluso, mueren por el asma”, añade.

Incumplir el tratamiento. Las causas del mal control de la enfermedad son “múltiples”, indica el especialista. En algunos casos, el médico no prescribe el tratamiento adecuado para ese paciente concreto y en otros el enfermo padece una patología como rinosinusitis, obesidad o reflujo gastroesofágico, que dificultan el control del asma, señala.

No obstante “la causa más frecuente de todas es la falta de cumplimiento por parte de los pacientes”, asegura.

Dicho incumplimiento puede deberse a que los pacientes no entienden la medicación, manejan mal los inhaladores o siguen el tratamiento de manera errática, señala Carlos Melero, responsable del grupo de asma de Neumomadrid.

Según el estudio CHAS (Control and Handing of Asthma in Spain), el 47 por ciento de los pacientes olvida la medicación entre seis y diez veces al mes. Asimismo, el hecho de que el asma se desarrolle con exacerbaciones episódicas genera en muchos asmáticos la sensación de no estar enfermos en ausencia de síntomas y por lo tanto de que no necesitan tratamiento.

Sin embargo, “no se puede culpabilizar sólo a los pacientes del incumplimiento”, afirma el doctor Melero.

En este sentido, el doctor López Viña destaca la necesidad de establecer una relación de confianza entre profesional sanitario y paciente para mejorar el control de la enfermedad.

El informe GINA de 2002 considera que el paciente asmático está bien controlado cuando los síntomas son mínimos o ausentes, las crisis de asma nulas o escasas, no hay visitas urgentes al médico ni a los servicios de emergencias.

Las claves

1.  Tratamiento

Disponemos de medicamentos muy eficaces para controlar la enfermedad en la mayoría de los casos”, asegura el doctor López Viña, coordinador del área de asma de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica 

 2.  Enfermedad controlada

Con los fármacos actuales, el 90% de los asmáticos puede controlar la enfermedad y hacer una vida normal. Sin embargo, solo un tercio de los pacientes con asma están bien medicados, indica  López Viña.

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