Coordinan manejo cuenca Artibonito

Coordinan manejo cuenca Artibonito

POR MANASES SEPULVEDA
PEDRO SANTANA, Elías Piña.- El secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Max Puig, resaltó ayer la importancia del manejo sostenible de la cuenca del Río Artibonito, en la lucha contra la desertificación y la sequía y en la estabilidad ecológica de esta isla que comparten las repúblicas, Dominicana y de Haití.

De su lado, el representante del Ministerio de Cooperación y Planificación de Haití, Max Mondesir, abogó para que los gobiernos haitiano y dominicano, aborden los problemas ambientales desde un ángulo más amplio para una gestión coordinada de los recursos naturales compartidos y la generación de empleos a favor de las comunidades que viven a ambos lados de la frontera.

Ambos funcionarios expresaron sus consideraciones al pronunciar sus discursos en el marco de la inauguración de la «Oficina Operativa para Proyectos de Manejo Sostenible de la Cuenca del Río Artibonito», un proyecto binacional de U$20 millones para el manejo de la cuenca de este río.

Además, en la actividad participaron, en la mesa de honor, el licenciado Paulino Rosario, síndico de Pedro Santana; Monseñor José Grullón, obispo de la diócesis de San Juan; el almirante Sigfrido Pared Pérez, secretario de las Fuerzas Armadas; el ingeniero Olgo Fernández, encargado de la Dirección General de Desarrollo Fronterizo; Adam Blackwell, embajador de Canadá en la República Dominicana y Kart Koeller, embajador de Alemania.

También, Wolfgang Lutz, director de la Agencia de Cooperación Alemana (GTZ); el ingeniero Ernesto Reyna, subsecretario de Suelos y Aguas de la Secretaría de Medio Ambiente y la señora Melba Grullón presidenta de la Fundación Sur Futuro.

En su intervención, Puig señaló que dentro de los ecosistemas en peligro, las islas se encuentran en primer lugar, porque tienen los ecosistemas más frágiles.

«La isla Española es la única en el mundo entero que es compartida entre dos Estados independientes, no es una excepción», expresó.

Señaló que desde hace poco más de un año, la isla ha sufrido los embates de cuatro fenómenos naturales, como fueron las inundaciones a finales del 2003, los desbordamientos del mes de mayo del año pasado, con la crecida del Río Soliette que produjo devastaciones tanto en territorio haitiano como dominicano, el paso del huracán Jeanne y las inundaciones de este mes de enero que han afectado seriamente la región Norte dominicana.

«Estamos en presencia de dos países, pero de un solo medio ambiente y las responsabilidades son comunes, tanto de República Dominicana como de Haití», enfatizó.

Señaló que ante los niveles diferenciados de desarrollo de los dos países, el Gobierno Dominicano está consciente de que el desarrollo de Haití forma parte del interés de la República Dominicana, lo que implica una mayor solidaridad y entendimiento entre las dos naciones.

«El presidente Leonel Fernández ha definido como conceptos claves de la política nacional hacia Haití, la reconciliación y la reconstrucción. Independientemente de cuáles puedan ser las decisiones que adopte soberanamente el pueblo haitiano, la República Dominicana contribuirá dentro de un marco de respeto a nuestros vecinos», explicó.

De su lado, Mondesir expresó que el evento no es el resultado del azar, sino de todo un proceso que ha conducido a la firma y ratificación, por parte de la República Dominicana y Haití, de la «Convención de las Naciones Unidas contra la Desertificación y la Sequía».

Añadió que desde que Haití ratificó el convenio en el 1996, decidió lanzarse en la vía del desarrollo sostenible.

«La República de Haití se ha esforzado a llevar a cabo todo un conjunto de medidas, para evitar la desertificación y para lograr el equilibrio de los ecosistemas que no son agrícolas», expresó.

Consideró que vale la pena redundar en que los problemas ambientales y los esfuerzos contra la desertificación y la sequía, conciernen a ambos países.

«Los gobiernos de Haití y República Dominicana firmaron un acuerdo para abordar los problemas ambientales desde un ángulo más amplio, para una gestión coordinada de los recursos naturales compartidos y la generación de empleos a favor de las comunidades que viven a ambos lados de la frontera», dijo.

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