Por TOM HAUDRICOURT
Del Journal Sentinel
Habiendo jugado en Texas con Francisco Cordero por tres años, el también relevista Brian Shouse quedó sorprendido cuando los Cerveceros de Milwaukee adquirieron al gigante derecho como parte del cambio de Carlos Lee. “No pensé que lo cederían”, dijo Shouse, quien se unió a los Cerveceros de Texas a principios de temporada.

“No creo que muchas personas pensaran que estaba disponible”.

De los muchos lanzadores que cambiaron de equipo antes de la fecha límite del 31 de julio, es difícil encontrar uno con mejor brazo que Cordero de 6 pies y 2 pulgadas y 235 libras.

Confiado con el puesto de cerrador poco después de llegar a Milwaukee y en sustitución de Derrick Turnbow, Cordero se ha ido de 3-3 en oportunidades de salvamento y ha presentado cinco apariciones sin permitir anotación, con siete ponches en cuatro entradas y dos tercios.

Todavía queda por ver si Turnbow se enderezara antes del final de la temporada, pero los ejecutivos del club se sienten seguros al tener a Cordero a bordo.

“Uno de nuestros scouts, Jay Harrison, puso un buen reporte sobre él”, dijo el gerente general Doug Melvin, quien adquirió a Cordero, los jardineros Kevin Mench y Laynce Nix y al lanzador de las menores Julián Cordero por Lee y el jardinero Nelson Cruz.

“En su reporte dijo que podía ser uno de los mejores cinco cerradores del juego. Esa fue una muy buena recomendación”.

La reputación de Cordero como uno de los principales cerradores no fue cuestionada en el 2004, cuando impuso marcas de Texas con 49 salvamentos en 54 oportunidades, para un promedio de 90.7 por ciento.

Siguió esa campaña con otra gran actuación en el 2005, convirtiendo 37 de 45 oportunidades de salvamento. Pero Cordero tuvo un horrendo inicio este año, compilando efectividad de 11.45 en 12 apariciones en abril, y perdiendo cinco de ocho chances de salvados.

El dirigente de Texas Buck Showalter cambió al recién llegado Akinori Otsuka, quien comenzó a salvar partidos y Cordero fue movido a preparador.

“Tuve un mal comienzo, pero después de eso he comenzado a tirar bien la bola”, dijo Cordero. “Nunca tuve la oportunidad de volver a ser cerrador”.

En vez de quejarse por haber perdido su trabajo, Cordero se metió en buenas – algo que incluye una recta de 95 a 98 millas por hora y un slider que ronda las 90 millas por hora – y se convirtió en uno de los mejores preparadores de la Liga Americana. En sus últimas 37 salidas con los Vigilantes, compiló una efectividad de 2.87.

Fue Melvin, entonces gerente general en Texas, quien llevó a Cordero a los Vigilantes después del mega cambio de Juan González con Detroit en 1999.

Cordero había saltado de AA a las mayores ese año, registrando 2-2 con 3.32 de efectividad en 20 apariciones de relevo con los Tigres.

Versión (Dionisio Soldevila Brea)