Seúl.- Corea del Norte arremetió hoy contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por su decisión de reconocer Jerusalén como capital de Israel, y calificó esta medida de “desafío abierto e insulto a la legitimidad internacional».
Pyongyang valoró así la medida anunciada la semana pasada por el presidente estadounidense y se sumó a las críticas de la mayor parte de la comunidad internacional, a través de una declaración del portavoz del Ministerio norcoreano de Asuntos Exteriores.
El reconocimiento de Jerusalén como capital israelí y el traslado a esta ciudad de la embajada estadounidense en dicho país “merecen una condena y rechazo globales, puesto que suponen un desafío abierto y un insulto a la legitimidad internacional y a la voluntad unánime de la sociedad internacional”, señaló el portavoz.
La declaración, recogida por la agencia estatal norcoreana KCNA, alude a Jerusalén como “Quds”, el nombre en árabe de la ciudad.
El estatus de Jerusalén “es un asunto muy sensible que debe ser resuelto de una forma justa que permita que el pueblo palestino recupere sus derechos, así como alcanzar una solución duradera y consensuada al problema de Oriente Medio”, añade el texto.
El portavoz norcoreano también subraya que la decisión “no es tan sorprendente” puesto que procede de un “viejo chocho” que anteriormente pidió “la destrucción total de un Estado soberano en un foro sagrado de Naciones Unidas».
Pyongyang volvió a recurrir así a un insulto que ya empleó contra Trump después de su discurso de septiembre ante la Asamblea General de la ONU, durante el punto álgido de la tensión entre ambos países por el cruce de amenazas belicistas y las exhibiciones de poderío militar.
La decisión de Trump sobre Jerusalén “permitirá al mundo discernir mejor quién es el destructor de la paz y la seguridad globales, y cuál es la verdadera banda de ‘hooligans’ de la sociedad internacional”, concluye la declaración del portavoz norcoreano.
Tras anunciar Trump que su país reconocía a Jerusalén como capital de Israel, Estados Unidos convocó una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU que se celebró en la víspera para analizar la decisión, la cual fue únicamente apoyada por Washington en este órgano internacional.