Corea del Norte decidida a lanzar su cohete

Corea del Norte decidida a lanzar su cohete

PYONGYANG, (AFP).- Corea del Norte promete una demostración de fuerza esta semana para marcar el centenario del nacimiento de su fundador, con el controvertido lanzamiento de un cohete, la celebración de su nuevo líder Kim Jong-un y grandes ceremonias en Pyonyang.

A pesar de las condenas de la comunidad internacional, Corea del Norte, ya bajo severas sanciones, está decidida a llevar a cabo el lanzamiento de su cohete Unha-3 oficialmente para poner en órbita un satélite de observación terrestre.

Pyonyang, que no consiguió colocar en órbita un satélite en sus dos anteriores lanzamientos en 1998 y 2009, asegura que el disparo de su cohete solo tiene un objetivo civil. Pero Estados Unidos y sus aliados, en particular Corea del Sur y Japón, denuncian una prueba disfrazada de misil balístico de largo alcance al que podría seguir, según fuentes militares surcoreanas, un ensayo nuclear.

En un gesto sin precedentes en este país hermético, Pyongyang mostró el domingo a los periodistas extranjeros su cohete en el centro espacial de Tongshang-ri (noroeste), a unos 50 km de la frontera china.

El cohete de tres pisos debe ser lanzado entre el 12 y el 16 de abril, coincidiendo así con las ceremonias de homenaje a Kim Il-sung, héroe de la resistencia contra el ocupante japonés y fundador de la República Popular Democrática de Corea, nacido un 15 de abril y muerto en 1994.

Su hijo Kim Jong-il le sucedió, y a su muerte en diciembre de 2011, fue su nieto, Kim Jong-un, quien se convirtió a menos de 30 años en el nuevo número uno norcoreano. Para asentar su autoridad en este Estado estalinista arruinado, hambriento y aislado, el Partido de los Trabajadores de Corea -partido único- debería nombrarlo secretario general en una reunión excepcional el miércoles 11.

Kim Jong-un debería por otra parte acceder el viernes al puesto de presidente de la poderosa Comisión de Defensa Nacional del Parlamento norcoreano que se reúne el viernes. Por último, el domingo, cientos de miles de personas inundarán las calles de Pyonyang para participar en las tradicionales y milimetradas ceremonias del país.

«Estamos muy contentos de tener al camarada Kim Jong-un como nuevo líder supremo de nuestro pueblo y de nuestro país», aseguraba una empleada de 48 años, Ryu Jin, al visitar la casa nativa de Kim Il-sung, cerca de Pyongyang. «Vamos a avanzar unidos en torno al camarada Kim Jong-un, como siempre lo hemos hecho».

Kim Yon-un fue proclamado «gran sucesor» pero hasta ahora no fue oficialmente nombrado más que en uno de los puestos ocupados por su padre Kim Jong-il: el de comandante supremo de las fuerzas armadas, compuestas por 1,2 millón de soldados.

Para Yun Duk-Min, de la National Diplomatic Academy de Corea del Sur, «el lanzamiento del cohete es un fuego artificial costoso destinado a marcar el advenimiento de un Estado poderoso y próspero» bajo el reino de Kim Jong-un.

Estados Unidos anunció la suspensión de su ayuda alimentaria, estimando que el lanzamiento convertía en obsoleto un acuerdo firmado en febrero que preveía una moratoria de las actividades nucleares de Pyonyang. «Este lanzamiento ha sido planificado desde hace tiempo, para el centenario del presidente Kim Il-sung», respondió Jang Myong-jin, jefe del centro espacial.

 «No lo hicimos con fines de provocación». Ante la inminencia del lanzamiento, el ejército surcoreano y el japonés están en alerta y amenazan con derribar el lanzador si se desvía de su ruta.

El primer piso del cohete debería caer en el Mar Amarillo, al oeste de la Península Coreana, y el segundo piso al este de Filipinas, sobrevolando una parte de las islas de Okinawa, al sur de Japón. Japón desplegó misiles tierra-aire Patriot Advanced Capability-3 (PAC-3) en el centro de Tokio, y otras dos bases similares han sido preparadas en la región para proteger a la megalópolis y sus 35 millones de habitantes. China, principal apoyo de Corea del Norte, llamó a todas las partes a «mantener la calma».

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