Pyongyang negó hoy la acusación lanzada por Estados Unidos sobre su responsabilidad en el ataque cibernético ocurrido en mayo pasado con el virus “Wannacry”, a través de una declaración del Ministerio norcoreano de Asuntos Exteriores.
“Estados Unidos trata de incitar a una confrontación global en nuestra contra vinculando a la RPDC (República Popular Democrática de Corea, nombre oficial del país) al último incidente de ciberataque”, señaló un portavoz del citado Ministerio en declaraciones recogidas por la agencia estatal KCNA.
Washington, origen de todos los males sociales y de cibercrímenes globales, está acusando a la RPDC de forma irrazonable y sin ninguna prueba, denuncia el comunicado.
“No tenemos nada que ver con el ciberataque”, subraya la declaración, que también advierte de que Pyongyang “nunca tolerará» este tipo de acusaciones y señala que estas constituyen una “provocación política».
Pyongyang reaccionó así a la acusación oficial lanzada el martes por el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tom Bossert, quien culpó al país asiático del ataque cibernético que bloqueó más de 200.000 computadores de empresas e instituciones en 150 países alrededor de todo el mundo.
“Después de una cuidadosa investigación, Estados Unidos atribuye públicamente el ataque cibernético masivo a Corea del Norte. No formulamos esta acusación a la ligera”, apuntó Bossert en una rueda de prensa.
El asesor de la Casa Blanca explicó que el Gobierno estadounidense basa sus acusaciones en “enlaces técnicos a cibermedios, tradecraft e infraestructura operacional de Corea del Norte previamente identificados”, por lo que no tienen duda del origen del ataque.