ISLA YEONPYEONG, Corea del Sur. AP.   Corea del Sur y Estados Unidos comenzaron hoy domingo cuatro días de maniobras militares en el Mar Amarillo,  mientras los surcoreanos exigían venganza por el mortal ataque con artillería de Corea del Norte, aumentando los temores de que haya más enfrentamientos entre los acérrimos rivales de la península.

Corea del Norte acusó ayer a Corea del Sur de usar a pobladores civiles como escudos humanos en sus puestos de artillería en la isla que las fuerzas norcoreanas bombardearon, en un ataque que dejó cuatro muertos, dos de ellos civiles.   Pyongyang también afirmó que Estados Unidos orquestó el choque del martes para poder realizar ejercicios navales conjuntos con Corea del Sur, en los que emplearán un portaaviones nuclear estadounidense, una medida que enfurecía a Corea del Norte y preocupaba a China.   Corea del Norte advirtió el sábado que creará “un mar de fuego” si su territorio era violado.  

El presidente Li Myung-bak dijo a altos funcionarios que “existe la posibilidad de que Corea del Norte emprenda acciones de provocación durante el ejercicio” conjunto y los exhortó a coordinarse con las fuerzas estadounidenses para responder a dichas acciones, de acuerdo con un vocero de la oficina del presidente que habló bajo condición de anonimato porque es el protocolo oficial.   Mientras tanto, el comandante de la Infantería de Marina, general de división You Nak-jun, prometió responder “mil veces” al ataque del martes, durante una ceremonia en que personalidades surcoreanas colocaron crisantemos en un altar en homenaje a los dos militares muertos.

Ex militares surcoreanos protestaron en Seúl por lo que calificaron como débil respuesta del gobierno al ataque, un punto de vista que la sociedad civil parece compartir.

“Una vez que el enemigo nos ataca, es nuestro deber responder con más fuerza”, dijo el estudiante Jeon Hyun-soo, de 19 años. “El pueblo surcoreano así lo quiere”.   Norcorea lamentó ayer la muerte de civiles en el ataque  a la isla.