Corominas cree  la solidaridad
evitaría  saqueos post sismo

Corominas cree  la solidaridad <BR>evitaría  saqueos post sismo

La República Dominicana no solamente debe evaluar y reforzar sus  edificaciones para evitar que el impacto de un sismo sea devastador, sino también crear un fuerte sentimiento de solidaridad entre la gente, porque lo peor que podría ocurrir, en medio de una tragedia de ese tipo, es que haya un saqueo de la propiedad pública y privada.

De esa forma se expresó el ingeniero Rafael Corominas Pepín en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, donde dijo  que  “es común ver  en las carreteras a desaprensivos que, en vez de ayudar a los accidentados, se acercan sólo para robarles,  por lo que se debe evitar que la gente reaccione en ese mismo sentido de ocurrir un sismo.

“Después de un sismo lo que tiene que haber es solidaridad, no el saqueo del patrimonio de los demás; eso hay que entenderlo porque tendríamos efectos tan terribles, tan devastadores como el terremoto mismo”.

En enero pasado en el país se registraron tres temblores de tierra de más de 5 grados en la escala de Richter, en las regiones Sur, Norte y Este.

Esos movimientos telúricos, que no dejaron víctimas,  han creado pánico en la población y provocaron en las autoridades, por lo menos coyunturalmente, una actitud de alerta.

La infraestructura.   Durante el encuentro  varios expertos en ingeniería sísmica expusieron sus recomendaciones para evitar impactos devastadores de ocurrir un siniestro como el referido.

En ese sentido, Héctor O’Reilly explicó que un sismo no tiene que ser catastrófico si las infraestructuras están bien reforzadas.

Sin embargo, destacó que de parte de las autoridades, a través del Ministerio de Obras Públicas, no existe una supervisión adecuada de las obras que se construyen en el país, tanto públicas como privadas.

Con las obras que han sido bien diseñadas y construidas no habría problemas, la dificultad, precisó, estaría con las que no tienen ese rigor, o las que han sido construidas sin ningún  criterio profesional y, a veces, ni siquiera con la inspección de un maestro constructor de experiencia.

 Citó el caso de viviendas levantas en sectores como La Loma del Chivo, en el Distrito Nacional, que por las condiciones económicas de sus dueños se levantan de forma “artesanal”.

Las alternativas.  O’Reilly expresó que la clave es evaluar y reforzar. En el caso de las edificaciones privadas, casas y apartamentos, recomendó a los propietarios  que contraten con firmas de ingenieros una evaluación de las mismas, para determinar si deben ser reforzadas.

 En tal sentido, explicó que -sin que el cálculo sea exacto- que los trabajos de  reforzamiento podrían costar alrededor de  20% del valor real de la propiedad.

Sobre ese aspecto, Corominas Pepín destacó que la Sociedad Dominicana de Sismología e Ingeniería Sísmica (SODOSISMICA) le presentó al Banco de Reservas un proyecto para que puedan ser financiadas las edificaciones cuyas estructuras necesiten reforzarse.

“Pero eso está engavetado, aunque próximamente nos vamos a reunir con Vicente Bengoa, el administrador del banco, para ver qué nos dice.

“Eso sería de vital importancia para los condómines, porque no todo el mundo tiene capital para hacer inversiones de ese tipo”, destacó.

Profesionales más humildes

El geólogo Romeo Llinás, al analizar el tema de la pericia profesional, la calidad de las construcciones y las previsiones que deben aplicarse a partir del Código Sísmico de reciente aprobación y aplicación, dijo que los ingenieros, arquitectos y constructores deben ser más humildes.

 “Hay que vencer el orgullo de los ingenieros civiles, arquitectos y constructores del país, para  que el nuevo código antisísmico nos permita ser más humildes, porque muchas edificaciones deben reforzarse para que no colapsen”.

Sobre el particular, O’Reilly consideró  que los profesionales de la construcción deben acogerse a las disposiciones del Código Sísmico.

Y Leonardo Reyes, presidente de SODOSISMICA,  dijo que el diseño de ingeniería debe readecuarse, adaptarse al citado código, porque la República Dominicana necesita edificaciones sismo-resistentes para evitar catástrofes de ocurrir un terremoto.

Las claves

1.  Prevención

 Héctor O´Reilly consideró que el Gobierno dominicano no debería escatimar esfuerzos ni recursos para el reforzamiento de las estructuras públicas que no necesiten, porque levantar a un país después de una catástrofe sería mucho más difícil.

2.  Humildad

Romeo Llinás dijo que hay que vencer el orgullo de los ingenieros civiles, arquitectos y constructores del país, “para  que el nuevo código antisísmico nos permita ser más humildes”.

3.  Solidaridad

“Después de un sismo lo que tiene que haber es solidaridad, no el saqueo del patrimonio de los demás,  porque tendríamos efectos tan terribles  como el terremoto mismo”, dijo Corominas Pepín.

El costo de una catástrofe

Héctor O´Reilly consideró que el Gobierno dominicano no debería escatimar esfuerzos ni recursos para el reforzamiento de las estructuras públicas que no necesiten, porque levantar a un país después de una catástrofe sería mucho más difícil.

Sobre ese aspecto explicó que a Haití le tomaría más de 20 años reponerse de los daños causados por el terremoto del 12 de enero de 2010, un sismo que no solamente cobró la vida de más de 200,000 personas, sino que destruyó casi por completo la capital, Puerto Príncipe, incluyendo el Palacio de Gobierno.

Igualmente se refirió al sismo que afectó a Chile, el 27 de febrero del mismo año, un siniestro que según él dejó pérdidas ascendentes a  US$30,000 millones.

“A nosotros nos resulta sensato que apliquemos la prevención, debe haber más conciencia en ciudadanía, y en el propio Estado, de que si gasta más en una edificación, al construirla con todas las recomendaciones antisísmicas, se garantiza más su permanencia, y la vida de la gente.

“Qué haríamos si se nos desplomaran mil escuelas, todo eso hay que pensarlo  porque a lo mejor no tendremos presupuestos para levantarlas otra vez”.

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