Los empleados de la empresa de callcenter (centro de llamada) Alorica Dominicana denuncian que son obligados a trabajar a pesar de que la forma en que trabajan tomando las llamadas en cubículos pegados unos de otros les exponen a ser contagiados del coronavirus.
Varios de estos empleados aseguraron que ayer jueves la empresa procedió a evacuar uno de los dos edificios con que cuenta tras recibir la visita de un empleado que supuestamente dio positivo al COVID-19, pero les pidió que vuelvan hoy para continuar sus labores. El segundo edificio, que se comunica con el primero por dentro, no fue evacuado y los empleados siguieron trabajando de manera normal.
Alorica alega que no hay peligro de contagio dentro de su área porque se les mide la temperatura a los empleados antes de entrar y se les aplica gel bactericida en las manos, según explicó uno de los empleados.
Se quejaron de las sucursales de la misma empresa ubicadas en Filipinas, Guatemala y Estados Unidos fueron cerradas por disposición del gobierno, mientras la de República Dominicana es la única que permanece abierta, cargando ellos con el trabajo de los demás centros.
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Se recuerda que el ministro de Hacienda dispuso que las empresas de zona franca, entra las cuales se encuentan los callcenters, puedan operar durante el período de excepción ordenado por el presidente Danilo Medina, asegurando el distanciamiento entre los empleados, y la flexibilización de horarios para evitar que se conglomeren.
Los empleados contactados por Hoy Digital dijeron que la empresa ha otorgado vacaciones a los que aplicaban, tal como dispuso el Ministerio de Trabajo.
En la rueda de prensa que ofreció hoy Rafael Sánchez Cárdenas, Ministro de Salud Pública, aseguró que enviarán inspectores a las empresas que tienen permiso para operar para constatar el cumplimiento de las medidas de prevención, por lo que las que cumplan con los requerimientos podrán seguir operando.
Esta mañana, un equipo de Salud Pública estuvo en la empresa pero, ante la inasistencia de una gran parte de los empleados temerosos de contagiarse del coronavirus, los inspectores determinaron que se cumplía con el distanciamiento necesario.