El coronavirus arribó a las ciudades de Nueva York, Moscú y Berlín en momentos en los que emergieron unos grupos de la enfermedad en distintas partes del mundo, incluso cuando los casos nuevos en China disminuyeron el lunes a su nivel más bajo en seis semanas y cientos de pacientes fueron dados de alta de los hospitales en el epicentro del brote viral.
Se reportaron casi nueve veces más casos fuera de China que dentro del territorio en las últimas 24 horas, de acuerdo con el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Sin embargo, el jefe de emergencias de la OMS señaló que las regiones han tomado medidas menos agresivas contra el coronavirus que los aislamientos extraordinarios implementados en China, los cuales lograron mantener bajo control el brote.
El médico Mike Ryan dijo que debido a que la enfermedad COVID-19 no se transmite con tanta facilidad como la gripe, “nos da un atisbo de que este virus puede ser reprimido y contenido”.
En medio de las buenas noticias, hubo desarrollos poco alentadores. La cifra de muertes a nivel mundial alcanzó los 3.000 y el número de personas infectadas superó los 89.000, con brotes de rápida propagación en Corea del Sur, Italia e Irán.
En distintas partes del orbe, el virus modificó las rutinas de la gente, tanto en casa como en el trabajo, desde los millones de niños japoneses que enfrentan cuatro semanas sin clases hasta las cabinas de votación especiales para los israelíes que se encuentren bajo cuarentena. Se tenía planeado colocar hospitales móviles en Irán y el cuadro de la “Mona Lisa” colgaba en una habitación vacía del cerrado Museo del Louvre en París.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos advirtió que la economía mundial podría contraerse en este trimestre por primera vez desde la crisis financiera internacional de hace una década.
“Las perspectivas de la economía global siguen sometidas y muy inciertas”, señaló la OCDE. Sin embargo, Wall Street abrió en alza luego de registrar la peor semana para las acciones desde la crisis de 2008.
En Estados Unidos, el número de casos confirmados subió a por lo menos 91, y el país registró cinco muertes, todas ocurridas en el estado de Washington.
El doctor Jeff Duchin del departamento de salud pública del estado de Washington confirmó las muertes en conferencia de prensa. Poco antes, expertos habían expresado sospechas de que la enfermedad estuvo mucho tiempo en el estado sin ser detectado. Malasia y Portugal se unieron a la lista de países en tener personas infectadas. Más de 60 naciones, incluidas nueve de las 10 más pobladas, han reportado casos.