QUITO (AFP) – El presidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció este lunes que renegociará la deuda externa e impulsará un modelo económico de corte socialista, dentro de una serie de medidas que según él revolucionarán al quinto productor sudamericano de petróleo.

“Iremos a una renegociación soberana y firme de la deuda externa ecuatoriana y, sobre todo, de las inadmisibles condiciones que nos impusieron en el canje del año 2000”, afirmó el mandatario en su discurso pronunciado durante la toma de mando ante el Congreso.

La deuda externa pública de Ecuador alcanzó en noviembre los 10.328,3 millones de dólares, equivalentes a 25,3% del Producto Interno Bruto (PIB), según el Banco Central.

“Sean solidarios: renegociemos la deuda, reestructuremos la deuda y nosotros solos atenderemos a nuestro sector social”, añadió el economista de 43 años, indicando que su política será acudir al financiamiento externo “sólo cuando sea estrictamente indispensable”.

“Los préstamos externos se usarán fundamentalmente para inversiones productivas que generen flujo de divisas para pagar dichos préstamos”, explicó.

Correa sostuvo que el canje del año 2000, cuando Ecuador debió reestructurar su pasivo tras dolarizar la economía, fue un acto de “corrupción” porque “explícitamente buscó mejorar el precio de los bonos en beneficio de los acreedores, mientras que el país estaba destruido”.

El flamante mandatario afirmó que el problema sólo se superará cuando se reforme la arquitectura financiera internacional, para lo cual propuso a los países de la región crear un “tribunal de arbitraje” para determinar qué porcentaje de sus pasivos es “ilegítimo”.

“En estos momentos no existe dicho tercero imparcial y los países endeudados tienen que acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI), representante de los acreedores”, se lamentó. El gobernante precisó que la deuda ilegítima es aquella que fue adquirida en “situaciones dudosas, no se utilizó para los fines acordados o ya fue pagada varias veces”.

“Los países latinoamericanos ni siquiera necesitarían de una condonación de deuda, sino de una adecuada reestructuración y financiamiento de la misma”, remarcó.

Correa también anunció que promoverá un modelo económico en el marco del “socialismo del siglo XXI” que impera en América Latina, y en tal sentido proclamó el fin del neoliberalismo “impuesto” por Estados Unidos.

“El nefasto ciclo neoliberal ha sido definitivamente superado por los pueblos de nuestra América como lo demuestran los procesos de Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela, Bolivia, Chile, Nicaragua y ahora Ecuador”, sentenció.

Aunque no se refirió concretamente al tema energético, Correa ha anticipado que también revisará los contratos con las multinacionales petroleras, ya golpeadas por la privatización de los hidrocarburos en Bolivia.

No obstante, ha descartado una estatización al estilo de la anunciada hace una semana por su homólogo venezolano, Hugo Chávez, dentro de lo que denomina “la nueva fase de la revolución bolivariana”.