QUITO. El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, rechazó el sábado la protección que le están dando los indígenas sarayakus a tres opositores prófugos condenados por injuriarlo, y lo consideró como un «desafío» a las autoridades.

«Ahí están escondidos estos tres tipos fugitivos de la justicia y han decidido darles protección (…) desafiando todo el Estado de derecho», dijo Correa durante su programa semanal de radio y televisión transmitido desde Génova, Italia, donde se reunió con migrantes ecuatorianos.

El mandatario izquierdista criticó la decisión de la comunidad Sarayaku de darle refugio en la selva a los opositores, incluido un diputado destituido, y agregó que los indígenas están provocando a las autoridades para «ver si la policía organiza un operativo para capturarlos y hay muertos, una guerra civil y se cae el gobierno». El viernes, a través de un comunicado de prensa, los dirigentes de Sarayaku denunciaron que la fuerza pública «ha iniciado una agresión y hostigamiento a los habitantes» de la comunidad que habita en la provincia de Pastaza (sureste). Según los líderes indígenas, la policía incursionó en su territorio en represalia por la decisión de «garantizar la protección» del legislador Cléver Jiménez, su asesor Fernando Villavicencio y el médico Carlos Figueroa, a quienes consideran «perseguidos por el gobierno».