La frustración ciudadana impedida de votar este l6 por fallas técnicas voto electrónico, debe superarse eliminando ese procedimiento electivo y simplificarlo conforme al método anterior de boleta física.
La ciudadanía, observé cuando acudí a votar en el Colegio De la Salle, acudió presta, ordenada y masiva a cumplir con el derecho constitucional de elegir, en soleada y fresca mañana invernal, frustrada por falla tecnológica, comprensible, donde el error es consecuencia de la vulnerabilidad humana.
La experiencia de citas electorales en democracia a partir de diciembre 20-l962 explica corrección en el voto físico que nunca debió modificarse, y que la JCE propició nimbada de los más verticales y honrados propósitos, como una doble garantía al elector de que su voto obtendría doble seguridad, que falla técnica frustró, no la intención meridiana de la JCE.
Es valiosa experiencia para superar deficiencias, de manera que no se repitan, y convocar nueva cita electoral edilicia para el l6 de abril, sin necesidad del zafarrancho electoral de aspirantes a alcaldías, porque ya sus campañas están fijas en la conciencia ciudadana, y repetir zafarrancho sería incurrir en mayores gastos y fatigas físicas que a la postre, resultarían fútiles.
Los-as aspirantes a alcaldías mejor sería concentrar sus ponencias en los medios electrónicos, sin costos, sin agotamientos físicos, más efectivos porque cubren un escenario mayor que los costosos, ensordecedores, molestosos, derrochadores y agotadores caravaneos.
El método electrónico fue cuestionado por sus impresiones técnicas en el certamen de octubre seis por el tres veces presidente Leonel Fernández, que en esta frustración cívica reputa ganancia de causa.
Prosigamos hacia adelante, confiando que el l7 de mayo todo concluirá normal con el voto físico, reiterando la confianza en la JCE, cuyos integrantes son ciudadanos meridianamente íntegros.