¿Corregir lo que está mal? Imposible con Danilo

¿Corregir lo que está mal? Imposible con Danilo

Veamos las razones: Registramos un desempleo vergonzoso. El más alto de América Latina después de Haití y empeorando cada día porque los sectores generadores de empleo, arruinados por las políticas públicas, han estado decreciendo en los últimos años o creciendo a tasas muy bajas que no generan nuevos empleos.

El gobierno quebró al sector agropecuario y hasta la moderna industria avícola pide auxilio presidencial para que le compren millones de pollos y huevos para que no se pudran en sus almacenes. Mucho peor están los porcicultores, los arroceros, los lecheros, los tabaqueros y del resto ni hablar.    

La zona franca lucha por recuperarse del colapso sufrido hace 4 años, que costó 90 mil empleos directos, gracias a la creencia del gobierno de que ese modelo estaba agotado. Ahora que China ajusta sus precios y mejoran nuestras ventajas competitivas, nos lamentamos de esa pérdida.   

La construcción está paralizada, con cientos de edificios sin terminar y miles de apartamentos vacios que no tienen compradores por las altas tasas de interés bancario. Eso esta desvalorizando todos los inmuebles.

La pequeña y mediana industria son un mito en este país y no llegan a 10 las que pueden competir bajo el modelo económico vigente. La mayoría opera con tecnología obsoleta, costos elevadísimos y baja productividad y sobreviven gracias a sus indelicadezas impositivas.

Las cuotas de importación con arancel cero bajo el DR-CAFTA, se violan constantemente sobrepasando los límites fijados y hundiendo con ello la producción local, aunque genera millones de dólares en comisiones.

La seguridad social, después de 10 años funcionando, sigue dando tumbos, y su avance no llega ni al 25% de las metas y cobertura prevista.

La salud y la educación son una vergüenza nacional. No hay nada peor que una pésima educación y un servicio precario de salud, donde la gente muere por falta medicamentos y materiales que valen centavos en cualquier farmacia. Nadie debe morir de cólera o dengue si esas enfermedades son diagnosticadas y tratadas con tiempo.

Los ríos están contaminados, las presas sedimentadas, los sistemas de riego mayormente colapsados, los caminos vecinales intransitables, el déficit habitacional sigue subiendo, según cifras oficiales y los altos precios de los alimentos, con los salarios de miseria que aquí se pagan, están hundiendo en el hambre y la pobreza al 60% de los dominicanos.

La energía eléctrica es otro desastre. El 40% de los hogares no la pagan, los grandes consumidores hacen fraude y el 50% restante, que paga su factura sagradamente, financia los fraudes y el robo de energía del otro 50%. Por eso pagamos la tarifa más alta del continente y el subsidio más pecaminoso.  Sobre el turismo, perdemos aceleradamente el liderazgo en el Caribe, mientras la inseguridad ciudadana, la falta de infraestructura, el deterioro ambiental, el tráfico humano y el narcotráfico, golpean el corazón de este estratégico sector. 

El déficit fiscal ronda los RD$40,000 millones en abril (increíble) y cerramos el 2011, con RD$61,000 millones. El déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos fue de 9% del PIB en el 2011 y el de la balanza comercial de 5%. La deuda pública total ronda el 45% del PIB y los funcionarios se roban y despilfarran el 8% del PIB cada año.  Para cerrar con broche de oro, la institucionalidad, la transparencia y la justicia son basura para este gobierno y los inversionistas extranjeros lo saben mejor que nadie.

¿Puede Danilo Medina corregir este desastre gobernando con la misma gente que gobierna ahora? Absolutamente imposible y menos bajo la bota de Leonel Fernández. 

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