POR GERMAN MARTE
El empresario José Luis Corripio Estrada abogó ayer porque en la Constitución se establezca que el 7% del Producto Interno Bruto sea destinado a la educación, de modo que este monto no pueda ser variado por los gobiernos.

Tras resaltar el valor de la educación para el desarrollo de un país, dijo que muchas veces los gobiernos creen que educación es construir escuelas.

A seguidas dijo que eso es sólo “una pata de la mesa”.

La Educación, agregó Corripio, es formar maestros y “sembrar el país” de escuelas modestas al alcance de la población, en lugar de un liceo a todo lujo, donde el gran beneficiario es el ingeniero que lo construye.

Algo similar debería hacerse en el área del Deporte, donde más que instalaciones se deben hacer muchas cancha por todos lados, para que los niños dediquen el tiempo a la práctica deportiva y no a malas cosas.

Al participar en un encuentro celebrado en la escuela 27 de Febrero de la Loma del Chivo, el empresario aseveró que la Educación es un problema que requiere la participación de todos los sectores de la sociedad, por lo que hace falta una “Agenda Nacional de la Educación y el Empleo”, sobre todo de cara al Tratado de Libre Comercio con Centroamérica y Estados Unidos.

Corripio participó en el encuentro atendiendo una invitación del Centro para la Paz, la Tolerancia y el Desarrollo (CEPATODE) que dirige Alexis Rafael Peña, y la Coordinadora Barrial con Don Bosco. En la actividad participaron niños y jóvenes así como líderes comunitarios de la Loma del Chivo y el 27 de Febrero, quienes le entregaron una placa de reconocimiento.

Al reconocer el valor de la gente de los sectores marginados, el empresario expresó que el futuro de la juventud empieza en los barrios, donde hay una ventaja que no se aprovecha, “y es que las dificultadas de la vida fortalecen el carácter de las personas, y la gente acomodada, que está en la papa está formado juventudes blanditas que no están acostumbradas a luchar”.

LA CHISPA NECESARIA
Según Corripio, si bien la educación es fundamental para salir de la pobreza, esta no es suficiente, sino que cada individuo debe tener el deseo de progresar.

Eso es anterior a la educación, subrayó, “hay gente que no se educa y progresa legítimamente y hay gente que estudia y no progresa porque le falta la chispa y el deseo de progresar. Sin esa chispa interior, que es como una llama invisible, la gente no va a ninguna parte”.

En definitiva, puntualizó, el primer requisito para salir de la pobreza es querer salir de la pobreza y no esperar que venga del cielo el maná y le saque a uno con una grúa de la pobreza, “uno tiene que ir caminando con sus propios pies”.

SOBRE LA DELINCUENCIA
En cuanto al auge de la delincuencia, Corripio afirmó que el alto índice de desempleos es una de las causas fundamentales de la delincuencia y el desencanto de mucha gente.

Empero, reconoció que la creación de empleos es una acción compleja, por lo que el gobierno está en el deber de estimular a que los que tienen dinero creen fuentes de trabajo y no que vivan de la renta.

Respecto a la falta de oportunidades para los jóvenes, sostuvo que debería establecerse por ley que las empresas tengan la obligación de que una parte de su personal sean jóvenes.

En su opinión, en el país faltan más politécnicos y escuelas pequeñas como en su momento hizo Taiwán, un país con menos territorio que la República Dominicana y con una población de 27 millones de personas. Dijo que hace apenas unas cuantas décadas los taiwaneses eran más pobre que los dominicanos, pero hoy tienen un ingreso per cápita muy superior; y eso –resaltó- fue gracias a que los gobiernos se dedicaron a educar y a formar técnicamente a los jóvenes y estableció por ley que tenía que haber una escuela a no más de tres kilómetros de donde hubieran unos diez muchachos. Acercaron la escuela a los estudiantes.

“Aquí, lamentablemente, los gobiernos dedican el 2 o el 3% (del Producto Interno Bruto) a la Educación y eso está muy lejos de las necesidades del país. Quizás ese hábito se deba a que los resultados de la educación se ven a largo plazo, acotó.

Manifestó que históricamente la Educación no ha sido una prioridad para los gobiernos dominicanos.

SUBIR LA MONTAÑA
 “Es muy difícil que el trabajo honesto y persistente al final no dé algún resultado positivo. Cuando no lo da del todo, da la satisfacción de haber hecho lo correcto y haber disfrutado escalando las laderas de la montaña de la vida, porque hay mucha gente que llega a la montaña de la vida en un helicóptero, no disfruta la subida, y el esfuerzo siempre tiene su recompensa”, expresó Corripio.

En cuando al auge de la delincuencia a pesar del Plan de Seguridad Democrática, el empresario sostuvo que el problema es que “se habla de darle medicina al paciente, pero no de evitar que se enferme”.

Dijo que la delincuencia tiene raíces profundas y que es difícil neutralizarla con la violencia, ni con medidas temporales, aunque estas son necesarias para evitar que se propague. A su juicio, para erradicar la delincuencia hay que ir a la familia y los gobiernos deben dar a la gente pobre un apoyo verdadero de optimismo y posibilidad de progreso sin tener que recurrir a la delincuencia y a la violencia para resolver sus problemas.

Adujo que cuando la gente no ve una solución a sus problemas lo normal no es suicidarse, sino buscar una salida y hay que enseñarle que hay otras formas de ganarse la vida, como hacen los salesianos en el barrio María Auxiliadora. Corripio también criticó lo que denomina “paternidad irresponsable” de aquellos que no se ocupan de sus hijos y no les dan buenos ejemplos.

Agregó que en la sociedad en su conjunto debe ser autocrítica y reconocer que todos tienen una cuota de responsabilidad en lo que pasa, sobre todo los de arriba, “la responsabilidad es mayor en la medida que se tiene más capacidad para dar ejemplo”.

PROMETE AYUDAR ESCUELA LABORAL
Durante el encuentro con la comunidad de la Loma del Chivo, Corripio se comprometió a colaborar económicamente para la ampliación de la escuela laboral que funciona en la Escuela 27 de Febrero.

“Nosotros le vamos a ayudar. Pueden tomarme la palabra y cuando llegue el momento me hacen saber y como he hecho en otras ocasiones con otros barrios le vamos a dar una ayuda”, subrayó el empresario en respuesta a una inquietud de la directora de la Escuela Laboral, Florinda González.

Tras señalar que los barrios marginados no son “barrios olvidados” puesto que cada dos años hay quienes van a buscar votos, Corripio entiende que cuando los políticos se acerquen a los barrios en tiempo de campaña es cuando la gente debe hacerse sentir.

Dijo que él y su familia están dispuestos a colaborar con el proyecto de ampliación de la Escuela Laboral, lo cual le sirve de satisfacción.