El empresario José Luis Corripio Estrada afirmó ayer que los salarios pueden y deben ser reajustados en la medida en que las empresas no sufran el impacto negativo del cierre.
El límite de la mejoría tiene que ser considerando la empresa, porque es una sociedad, dijo.
Corripio Estrada fue entrevistado luego de que la Fundación Corripio y el ministerio de Cultura anunciaran el Premio Nacional de Literatura, que recayó sobre Jeannette Miller, poeta, narradora, ensayista y crítica de arte.
Expresó que quienes trabajan en el Grupo Corripio son nuestros socios no capitalistas, sino los socios productores, que son los que generan el beneficio día a día.
Sostuvo que esos empleados participan en los resultados de todas las empresas del grupo, independientemente del salario que devenguen.
Sin embargo, dijo que las empresas que no tienen ese procedimiento deben entender que el aumento de salario es una necesidad.
Indicó que nosotros no tenemos ningún problema en ningún aumento de salarios que se produzca en el país, porque obviamente eso aumenta el poder adquisitivo.
Manifestó que las empresas tienden a beneficiarse a la larga de los aumentos salariales.
Expresó que en el país se hacen más negocios y mayor número de operaciones en la actualidad que hace treinta o cuarenta años, cuando los salarios eran más bajos.
Declaró que el salario en sí mismo no es un obstáculo para el desarrollo económico de un país, siempre y cuando el que lo perciba produzca para justificarlo.
Señaló que hay personas que devengan un salario, pero no producen nada a cambio.
Cada cual debe producir más de lo que cobra para que la sociedad se beneficie de su trabajo, expresó.
Sostuvo que, independientemente que se tenga razón o no para realizar protestas por parte de las organizaciones populares, llamar a la desobediencia civil es una medida extrema.
Indicó que muchas empresas tienen dificultades para completar el presupuesto.