En la caña de azúcar dominicana ha existido mucha corrupción en los diferentes Gobiernos. Sin embargo, los Procuradores Generales, no la han combatido. En 1986 habían 16 ingenios azucareros, de los cuales el Estado era propietario de 12, con 3.7 millones de tareas, clasificados en ingenios Río Haina con 1,134,205 tareas; Consuelo 528,090; Barahona 422,722; Porvenir 382,870; Ozama 247,850; Boca Chica 219,244; Quisqueya 214,440; Catarey 224,796; Santa Fe 159,646; Esperanza 87,636; Monte Llano 63,988 y Amistad 23,872 tareas. De este total el ingenio Esperanza pasó a la reforma agraria y parte de Catarey. De este último hay tierras arrendadas a Cítricos Dominicanos.

No solamente se han perdido las tierras, los molinos de la parte industrial desaparecieron por obra de magia y los rieles de los ferrocarriles los exportaron en lo que se llama una vagabundería de la Dirección General de Aduanas, permitir exportar bienes que el país no produce y ahí están los cables de los teléfonos. Pusieron un abogadillo para combatir la corrupción y nunca hizo nada y ahora tienen a una dama, que tampoco hará nada. Los partidos políticos hicieron fiesta con los ingenios de la Corporación Estatal Azucarera y las 34 empresas que integraba CORDE. Hay un famoso fondo llamado FOMPER que nadie sabe qué hace con los recursos que llegan ahí. Falta transparencia en su gerencia.

En el 2013 la producción de azúcar ascendió a 385,551 TM de azúcar crema y 170,050 TM de azúcar refino. Más 34,835,381 galones de melaza. Esta producción fue generada por los ingenios privados Central Romana 210,233 TM azúcar crema y 170,150 TM azúcar refino. La Casa Vicini con el ingenio Colón produjo 95,351 TM de azúcar crema. Los ingenios Estatales, Barahona con 67,663 TM de azúcar crema y Porvenir 12,304 TM de azúcar crema. Porvenir es el ingenio más viejo del país, fundado en 1879.

Se recuerda que en 1960 el país producía un millón de TM en azúcar y generaba divisas por el orden de US$581 millones, para bajar en el 2012 a la cantidad de US$200 millones, aunque ahora el precio del azúcar es mejor.

El Gobierno debería contratar al ing. Pedro Bona, para que haga un informe de los ingenios azucareros estatales, para que por lo menos el pueblo sepa a dónde fueron a parar esas riquezas, porque después que el Embajador norteamericano dictó su conferencia errada en la Cámara Americana en 1984, a los ingenios estatales se les dio rumba abierta. Digo errada, porque él dijo que el azúcar no tenía futuro y vaya que estaba bien equivocado, porque a pesar de que nuestros rendimientos son muy inferiores a los de Perú y Colombia en caña de azúcar, es rentable producirla. Antes se decía que el azúcar era la columna vertebral de nuestra economía.