Cortázar da claves de su vida y obra en los artículos que escribió para Efe

Cortázar da claves de su vida y obra  en los artículos que escribió para Efe

Madrid, EFE. Novelista, cuentista, poeta. Julio Cortázar, el autor mago, el autor fantástico y pionero de la literatura hispanoamericana también fue un gran articulista implicado en la política y el periodismo, como muestran las colaboraciones que hizo desde París con la Agencia Efe.

Unas colaboraciones que el autor de “Rayuela” mantuvo hasta poco antes de morir, en 1984, algunas de ellas recogidas en el libro antológico de autores hispanoamericanos y españoles titulado “Grandes firmas”, y editado por Efe.

Así, Cortázar dejó su testimonio de la vida, de su vida, de la literatura y la política muy claramente contra la represión y la violencia en Argentina Chile, Brasil, Paraguay o Argentina.

Pero en algunos de estos artículos que hoy también se pueden consultar en los archivos históricos y gráficos de la Agencia Efe depositados en la Universidad Carlos III de Madrid, el gran cronopio de lo que habla, ya sea de forma explícita o implícita, es de literatura, del elogio del juego, de la imaginación, la fantasía, el miedo o su propia infancia.

Sin una periodicidad fija, tal vez una vez al mes, Julio Cortázar, quien hoy hubiera cumplido cien años, se acercaba a la agencia Efe en París, situada en los años ochenta en la Rue D’Aguesseau, a dos minutos del Palacio del Eliseo, para dar su artículo, casi siempre de cuatro o cinco páginas y escrito a máquina, a la secretaria de la delegación de Efe, Malka de Alcaraz.

Alcaraz recuerda hoy a un Julio Cortázar “altísimo, con el pelo muy negro y muy cercano”, que entregaba él mismo sus textos para que los enviaran a la central de Efe en Madrid, y esta a su vez lo enviará a sus abonados en todo el mundo.

“Le pasaba al despacho y allí se le abonaba en francos. Recuerdo que me impactó mucho su muerte, porque le veía cada mes y como tenía esa cara tan joven, el pelo tan negro, parecía que no envejecía nunca. Su muerte me sorprendió porque me era muy cercano”, recuerda hoy Alcaraz.

“¿Hasta cuándo vamos a seguir creyendo que lo maravilloso no es más que uno de los juegos de la ilusión?”, termina diciendo Cortázar en su artículo “La tos de una señora alemana”, sobre una grabación de un concierto dirigido por Wilhelm Furtwanhler en 1947, entre las ruinas de una Alemania derrotada, en donde se escucha a una señora toser.

Cien años con Julio

Buenos Aires, EFE. “En literatura no hay temas buenos ni temas malos, hay sólo temas bien o mal tratados”, defendía Julio Cortázar, cuyo legado analizan desde hoy escritores y académicos convocados en Buenos Aires en el centenario del nacimiento del genial autor argentino.

“Lecturas y relecturas de Julio Cortázar”, organizado por el Ministerio argentino de Cultura, reúne a unos 40 escritores, académicos, periodistas y pensadores que debatirán hasta el miércoles sobre la herencia del autor “Rayuela”, tanto en la literatura, como en el cine y el teatro.
En la cita participan, entre otros, los argentinos Martín Kohan, Oliviero Coelho y el español Agustín Fernández Mallo, que coinciden en subrayar la trascendencia del escritor para la literatura universal y muy especialmente su impacto en las letras latinoamericanas.

“Es el escritor argentino internacional y que de alguna manera exportó un imaginario local”, explicaba hoy Coelho durante el debate, mientras que Kohan subrayaba que fue uno de los primeros en “escribir la historia a través de los perdedores”.

Cortázar fue “un precursor de lo que llamamos hoy día el estudio del mundo a través de los sistemas complejos”, resumía a Efe Fernández Mallo, para quien tratar de negar su influencia en la literatura hispana “sería, además de falso, ridículo”.

Exposiciones, conferencias, lecturas y dramatizaciones de sus textos en ciudades de todo el país y hasta un busto que se desveló ayer en la Biblioteca Nacional evocan la figura de Cortázar, a quien se recordó por el aniversario de su nacimiento, el 26 de agosto de 1914, en Bélgica.
En Buenos Aires las distintas administraciones, enfrentadas políticamente, compiten en los homenajes a este “flaco” genial, que arrastraba la “r” y que mantuvo una particular relación con la ciudad, donde pasó “6 000 de los 25 372 días de su vida”, tal como recuerda el escritor argentino Diego Tomasi en su libro titulado “Cortázar por Buenos Aires, Buenos Aires por Cortázar”.

Aunque se instaló en París en 1951, la “Reina del Plata” le inspiró para buena parte de sus obras, como “Los premios”, que fue elaborando en sus asiduas visitas al legendario porteño café “London City”, que acaba de reabrir sus puertas tras un año de arreglos para sumarse a la celebración de su centenario.

“Yo soy un porteño perfecto y no podría escribir sobre otra cosa. Por otro lado, Buenos Aires está todavía por escribirse”, revelaba a la revista “El Porteño”, en 1983, el año en que visitó por última vez la capital argentina.

En ese viaje se reencontró con viejos amigos, fue testigo de las manifestaciones que sacudían la ciudad reclamando por los desaparecidos de la dictadura y activó sus denuncias contra el régimen.

 

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