Río de Janeiro. La Corte Suprema de Justicia autorizó hoy que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, condenado a 12 años de prisión por corrupción, conceda entrevistas a medios de comunicación, informaron fuentes oficiales.
La autorización fue concedida por el magistrado Ricardo Lewandowski, en respuesta a una reclamación de dos periodistas del periódico Folha de Sao Paulo por una negativa que les había dado en agosto la jueza Carolina Moura Lebbos, responsable de la ejecución de la pena de Lula.
Lewandowski acogió los argumentos de los reclamantes y entendió que la decisión de la jueza sería una censura previa al trabajo de la prensa.
“Al censurar a la prensa y negar al preso el derecho de contacto con el mundo exterior, bajo el fundamento de que ‘no hay previsión constitucional o legal que se basa en el derecho del preso a la concesión de entrevistas o similares’”, se viola frontalmente un principio básico de la ley de prensa, argumentó Lewandowski.
El magistrado del Supremo también desvirtuó que el acceso de periodistas a la sede la Policía federal de Curitiba, donde Lula está preso, cause un problema de seguridad, justificación que también había dado la jueza para negar las entrevistas.
Para ello citó varias entrevistas que han concedido presos en régimen cerrado, como ocurrió con narcotraficantes y criminales brasileños, o como el caso de la cantante mexicana Gloria Trevi, que estuvo recluida durante dos años en una cárcel en Brasil antes de ser extraditada a México y también recibió a la prensa.
“No es creíble, por lo tanto, que la realización de una entrevista periodística con el custodiado expresidente de la República ofrezca mayor riesgo a la seguridad del sistema penitenciario”, dijo el magistrado.
Lula, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, está recluido en una celda adaptada especialmente para él en la sede de la Policía Federal en Curitiba, acusado de recibir un apartamento a modo de soborno.
Lula lideraba todos los sondeos de intención de voto con un 40 % de las simpatías para las elecciones presidenciales de octubre próximo y fue el candidato inicial del Partido de los Trabajadores (PT).
Sin embargo, tuvo que retirarse de la disputa electoral y ceder la candidatura a Fernando Haddad, luego de que la justicia le inhabilitó por haber sido condenado en segunda instancia.
Cuando Lula aún aspiraba a la Presidencia, la justicia le negó en varias oportunidades la posibilidad de conceder entrevistas y participar en debates por su condición de preso.