Cortejados por Hollywood, los directores extranjeros también seducen a los Óscar

Cortejados por Hollywood, los directores extranjeros también seducen a los Óscar

LOS ÁNGELES. Los cineastas extranjeros se han vuelto fundamentales para los premios Óscar, lo cual refleja que la industria de Hollywood tiene una vocación internacional mayor que nunca y que los estudios obtienen enormes ganancias gracias a ellos.

En los últimos veinte años, 11 de los 20 ganadores del Óscar al Mejor director, tal vez el más prestigioso después del dedicado a la Mejor película, son originarios de países distintos a Estados Unidos.

Y si el mexicano Alfonso Cuarón, director de la odisea espacial «Gravedad», confirma las predicciones y se queda con la estatuilla dorada el próximo domingo, será el cuarto cineasta extranjero o nacido en el extranjero que gana en la categoría en cuatro años.

Cuarón sucederá al británico Tom Hooper (quien ganó por «El discurso del rey» en 2011), el francés Michel Hazanavicius («El artista», 2012) y el estadounidense-taiwanés Ang Lee («La vida de Pi», 2013). La presencia y el éxito de directores extranjeros en Hollywood no es una novedad. De hecho, es una constante en la historia de los estudios desde los años 1920, cuando los alemanes Ernst Lubitsch y F.W. Murnau se instalaron en Estados Unidos.

«También tuvimos muchos cineastas británicos. Alfred Hitchcock es un ejemplo entre muchos otros. Siempre ha habido intercambios entre el cine británico y el estadounidense», dijo a la AFP Jonathan Kuntz, historiador de cine y profesor de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA).

Los conflictos globales y los trastornos políticos también han facilitado la llegada de extranjeros a Hollywood.

«Los nazis hicieron que la mayoría de los grandes cineastas huyeran de Europa», dijo Kuntz. «Y muchos directores se fueron de Europa del Este en los años 60 y 70, entre ellos Milos Forman y Roman Polanski».

Pero, según los expertos, la oleada de cineastas extranjeros que entró al club de Hollywood en el siglo XXI está motivada principalmente por el cambio del modelo económico de los grandes estudios.

«Hace 50 años, la industria (del cine estadounidense) obtenía casi 70% de sus ingresos en las taquillas norteamericanas. Hoy, los mercados internacionales contribuyen con alrededor del 80%, contra 20% de las boleterías nacionales», dijo Steve Ross, profesor de Historia en la Universidad del Sur de California (USC).

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