Los colores son determinantes para simbolizar lo que queremos expresar.  Nuestras ventanas deben vestirse en consonancia con los  detalles del espacio

Las cortinas suponen un elemento fundamental en la decoración del hogar. Estas proporcionan un ambiente mucho más agradable a la habitación, además de ser esenciales para guardar la intimidad de ojos ajenos.

 A la hora de saber cómo colocar estos elementos textiles, es importante tener en mente los colores de la habitación, el mobiliario y la cantidad de luz que usted quiera obtener. La gama es tan amplia que decidirse por un modelo u otro resulta una dura labor. Lo primero es decidir qué tipo de sistema se va a emplear. Las cortinas tradicionales son siempre una buena opción, pero si lo que quiere es crear un ambiente más actual, quizá le interese colocar paneles japoneses o estores, el último grito en cuanto a decoración de interiores.

Tejidos de diferentes colores, estampados y materiales que abren la puerta a millones de posibilidades que harán de sus estancias lugares acogedores para vivir.

Los orientales siempre han sido muy cuidadosos al proporcionar a sus hogares un tono de serenidad y tranquilidad, y de Japón es de donde llegan las nuevas tendencias para vestir las ventanas. Los paneles japoneses, son una alternativa que se compone de una especie de tablas de tela que se deslizan lateralmente con ayuda de unos rieles fijos al techo. Son muy adecuados para cubrir balcones o ventanas grandes y especialmente efectivos para tamizar la luz que entra del exterior o dotar a la habitación de una tonalidad diferente.

La gran desventaja respecto a otros modelos es que siempre quedará un panel por delante del cristal de la ventana, por lo que no es recomendable situarlos ante ventanas pequeñas, ya que restarían notablemente luminosidad.

Para aprovechar al máximo la luz, lo mejor será instalar estores ya que, al recogerse sobre sí mismos, ofrecen la posibilidad de ocultarlos en su totalidad, pudiendo dejar toda la ventana a descubierto. Este tipo de cortina puede estructurarse con unas varillas, que guían la tela al plegarse, o pueden ser de tipo paqueto, que al no llevar estas varillas, proporciona una caída de la tela más libre y le da un aspecto más desenfadado. También hay estores enrollables de muy fácil uso y que son muy adecuados.